sábado, 21 de marzo de 2015

Girona y Madrid acogerán el Oxfam Intermón Trailwalker contra la pobreza

Madrid, 18 mar.- Girona, los días 18 y 19 de abril entre Olot y Sant Feliú de Guíxols, y Madrid el 20 y 21 de junio en la sierra de Guadarrama, acogerán la quinta edición del Oxfam Intermón Trailwalker bajo el lema "Mis kilómetros cambian vidas", para el que ya se han inscrito 414 equipos, según los organizadores.
El Oxfam Intermón Trailwalker es un desafío deportivo en el que grupos de cuatro personas recorren a pie 100 kilómetros de camino rural en un máximo de 32 horas. Los miembros de cada grupo tienen que empezar y acabar juntos, como ejemplo de solidaridad y trabajo conjunto.
Dos personas con vehículo completan el equipo de apoyo, que les ayuda durante la marcha. Cada equipo se compromete a conseguir un mínimo de 1.500 euros -en la última edición la media fue de 2.044 euros- para apoyar los más de 400 proyectos que Oxfam Intermón lleva a cabo en África, Asia y América Latina.
"Entre los 495 equipos que participaron en 2014 en alguna de las dos ediciones del Trailwalker, se recaudaron más de 940.000 euros, que se están destinando a cambiar la vida de miles de personas que pasan hambre", informan los organizadores.
En el Trailwalker han participado corredores o clubes senderistas, trabajadores o voluntarios de Oxfam Intermón, empleados de empresas, equipos formados por bomberos o por profesores, familiares, amigos o corredores en silla adaptada, entre otros.
Este desafío se celebra desde 1986 en distintos países, y en total, han participado en alguna edición más de 50.000 equipos en todo el mundo y entre todos han recaudado 140 millones de dólares para los diferentes programas de Oxfam. El récord de participación lo ostenta la última edición de Oxfam Japón, con más de 1.200 equipos inscritos.
Actualmente el Trailwalker se celebra en 11 países, y por segundo año consecutivo, en 2015 contará con dos ediciones: Girona y Madrid.
Desde la primera edición en España (2011), ya han participado 133 equipos y se han recaudado más de 2,5 millones de euros, según los organizadores. España, con un crono de 9 horas y 45 minutos ostenta el récord deportivo. EFEfuentes http://www.radiointereconomia.com/2015/03/18/girona-y-madrid-acogeran-el-oxfam-intermon-trailwalker-contra-la-pobreza-2/

Anguita avisa a IU: “La izquierda no es hablar con el PSOE. Los nuestros son otros” Leer más: Elecciones Andalucía 2015 - Anguita avisa a IU: La izquierda no es hablar con el PSOE. Los nuestros son otros http://bit.ly/1MUN7yQ

El histórico dirigente reaparece 15 años después en un mitin multitudinario para pedir el voto para Izquierda Unida y apelando a formar un gran frente de unidad popular tras las elecciones

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“Tender la mano no es rendición”. Julio Anguita habla con la autoridad del que advirtió hace años lo que iba a pasar. Su brillante oratoria sigue intacta. Yempujó a IU a abrir el diálogo tras las elecciones con otras fuerzas políticas y populares para “tejer el contrapoder”. Llenó como hace años que no llena Izquierda Unida cuando muchos advierten de que este partido está llamado a la desaparición a manos de PodemosMiles de personas. Imposible de contar, según la organización. “Más de seis mil”. Sólo por la señal de streaming que la organización ofreció en directo se mostraban más de 1.100 seguidores. Fuetrending topic nacional.
Dos salas del Palacio de Congresos de Málaga a rebosar, gente en el hall, colas para entrar... Se desbordaron todas las previsiones. Y todo porque Anguita, el califa rojo, el hombre al que la izquierda sigue escuchando con el corazón sobrecogido, hablaba. Su discurso, su tono, su cadencia, todo lo que envuelve una oratoria de profunda carga ideológica, sigue intacto a sus 73 años. Es el guía, el gurú, la referencia... Y marcó el camino.
Tras las elecciones, llamó a IU a abrir el diálogo en “una unidad popular” con todos los que quieran enfrentarse al poder. Solo mencionó una vez expresamente a Podemos. No hacía falta. Hablaba de ellos. “Esa IU que tienda la mano en la unidad popular con la gente tiene que reflexionar y saber perfectamente que la época de la Transición murió de cáncer. La izquierda no es hablar con el PSOE. No podemos criticar el bipartidismo y hablar después con ellos. Los nuestros son otros”, sentenció.

Detrás estaban el candidato andaluz, Antonio Maíllo, y quien aspirará a las generales, Alberto Garzón, sin poder disimular la admiración. Para ellos Anguita pidió expresamente el voto. De ellos hizo un retrato generoso, de sus capacidades y de sus facultades políticas. No hay para ambos mejor carta de presentación ante su electorado. A Izquierda Unida, advirtió, le toca sentarse a negociar, a aguantar “impertinencias, sinsabores, envidias” para “tejer un contrapoder”. Les dijo que va “a ser más difícil que correr ante los grises”, pero que hay que hacerlo.
El histórico comunista ha sido uno de los que con más fuerza ha arremetido contra el pacto que PSOE e IU han mantenido en la Junta en los últimos dos años y medio. Nunca lo quiso. Ahora, tras la ruptura promovida por Susana Díaz, el tiempo, creen los suyos, le ha dado la razón. Cerró el paso a cualquier otra posibilidad de diálogo con el PSOE, a pesar de que las encuestas dicen que el escenario tras el 22-M obligará a pactar.
Cuando Podemos hace juegos malabares para llenar en el cierre de campaña, Anguita brindó la oportunidad a IU de darse un baño de masas
Anguita fue muy vehemente. Querían oírlo. En un momento en el que en IU se dividen las voces sobre cuáles debe ser el futuro él apeló al diálogo con los demás y con el pueblo. Habló de “tirar abajo en el sentido democrático este régimen”. Agitó. Zarandeó. Pidió dignidad. “La dignidad es la pieza clave, y cuando un pueblo no tiene dignidad se pone de rodillas y se queda sin comer”, exclamó continuamente interrumpido por los aplausos. “Exigidnos, incordiadnos, ponednos verdes”, dijo a los votantes. Habló de pactar diez o quince medidas urgentes, de supervivencia casi. Apeló a los intelectuales. “Dónde puñetasestáis que no os comprometéis para saltar de la inmundicia en nuestro país”, exclamó, y se acordó de Ortega y Gasset. Le fijó el enemigo a su partido. Y no es Podemos. Es “el poder”.
El exdirigente de IU se mostró convencido de que “esto no lo cambia una fuerza política. No hay fuerza política sola que la cambie. Es imposible. Ni siquiera cuatro o cinco unidas lo cambian porque duran menos que un caramelo a las puertas de un colegio”. Para explicarlo señaló las dificultades del Gobierno griego con la UE. “Los gobiernos van a necesitar a su pueblo en la calle, haciendo de la dignidad una bandera y un ejemplo en su vida diaria”, sentenció. Pidió a los trabajadores “que espabilen”. Arremetió contra Felipe González y su proyecto de gran coalición con el Partido Popular. Se mofó del relevo en la Corona como parte de un guion pactado para guardar las apariencias. Atizó con la corrupción. “Tú te callas en los Nóos, tú te callas en los ERE y tú te callas en los Gürtel”, retrató. “El nuevo monarca es el símbolo del poder auténtico que no quiere cambiar. Al tiempo, veremos en qué acaban, pagando figuras de segunda y tercera y los importantes saldrán de rositas, al tiempo”, abundó.

Le siguieron Garzón y Maíllo. El candidato a las generales sí mencionó a la socialista Susana Díaz. La acusó de “ignorar lo que hay en la calle, la miseria, la pobreza” y de querer un gobierno fuerte “para hacer lo que le dé la gana”. Habló del PSOE. “Ustedes no son de izquierdas, son saqueadores, ladrones, gente que debe estar en la cárcel”, aseguró.
Cuando Podemos y Pablo Iglesias hacen juegos malabares para llenar en el cierre de campaña el Velódromo de Dos Hermanas, con capacidad para 20.000 personas, y después de que hayan suspendido un mitin previsto este jueves en Cádiz, Anguita brindó la oportunidad a IU de darse un baño de masas, de exhibir músculo y de recuperar autoestima ante el descalabro que le deparan las encuestas. Ellos tienen a Anguita. En Podemos no hay una referencia de este calibre, decían.
Julio Anguita ha vuelto en los últimos meses a emerger como referente político, loado por los dirigentes de Podemos y por las nuevas figuras de Izquierda Unida como Alberto Garzón. Desde Córdoba, donde vive y recibe a quien le pide conversación y opinión, Anguita lleva tiempo apostando con fuerza por la integración de toda las fuerzas “que pueden derrotar al bipartidismo”. Un postulado que ya ha sido rechazado por los del partido de Pablo Iglesias.
Anguita volvió a la primera línea hace menos de tres años cuando formó un bloque social llamado Frente Cívico “Somos mayoría”. Lo articuló como un referente para el pensamiento de izquierda tras el movimiento del 15-M, pero su recorrido ha sido mucho menor del que se pensó. Antes de lanzar Podemos, Iglesias se entrevistó con él en su casa en Córdoba y le ofreció entrar en el proyecto. Le acompañaba Juan Carlos Monedero. Anguita fue conciso: “Me debo a Izquierda Unida”, aseguran que le contestó. Nunca, sin embargo, ha ocultado su gran simpatía por el nuevo partido. fuenteshttp://www.elconfidencial.com/elecciones-andalucia/2015-03-18/anguita-avisa-a-iu-la-izquierda-no-es-hablar-con-el-psoe-los-nuestros-son-otros_731012/

Camino de Dinamarca

Ignacio Jurado ha publicado una interesante columna en El Diario en la que analiza críticamente el programa de Ciudadanos. Admite que es útil y sensato señalar modelos cuando un partido político expone qué reformas desea ver implantadas en España pero reprocha al nuevo partido aplicar selectivamente el modelo danés. Es verdad que Garicano ha utilizado a Dinamarca como modelo en su libro “El Dilema de España” pero ni ha sido el primero ni el más destacado autor que lo ha hecho. Fukuyama también se ha servido del “camino hacia Dinamarca” para explicar en términos simples los elementos que configuran el éxito de las sociedades: Estado de Derecho, Administración imparcial y eficaz y Democracia.
Los modelos –versiones simplificadas de la realidad– son utilísimos para el análisis de los problemas sociales siempre que aceptemos que los usamos porque no tenemos una herramienta mejor
Como los economistas no se cansan de repetirnos, los modelos – versiones simplificadas de la realidad – son utilísimos para el análisis de los problemas sociales siempre que aceptemos que los usamos porque no tenemos una herramienta mejor. Las Ciencias no utilizan modelos, describen la realidad tal cual es y descartan las explicaciones cuando los datos empíricos las refutan. La realidad social no permite a los científicos sociales refutar los modelos con la misma eficacia, simplemente porque la realidad social es demasiado compleja como para que podamos reproducirla científicamente. Es la“envidia de la Física” que asola a los economistas.
Jurado acusa a Ciudadanos de incongruencia: “No se puede querer ser Dinamarca para algunas cosas sin estar dispuesto a hacer todo lo que hace Dinamarca para ser lo que es”.
Las incongruencias se refieren, en primer lugar, al mercado de trabajo. Dinamarca tiene un mercado laboral muy flexible, – el despido es prácticamente gratuito y los particulares pueden pactar lo que quieran al respecto – pero las prestaciones por desempleo son muy generosas. Por tanto, si queremos ir al modelo danés, habría que hacer mucho más generosas las prestaciones por desempleo.
No tan deprisa. El modelo español es, efectivamente, el de un despido muy costoso;burocratizado (más de 118.000 demandas por despido en 2014 significa que, prácticamente, todos los contratos de trabajo de duración indefinida acaban en un pleito cuando el empleador lo termina,  lo que eleva los costes del despido en términos de abogados y jueces) y, sobre todo, desincentivador de la movilidad laboral. Pero, además, es un modelo con  prestaciones por desempleo muy generosas para los trabajadores más protegidos por las normas sobre despido.
Los trabajadores con un contrato temporal no tienen ni lo uno, ni - prácticamente - lo otro. Y la cuantía conjunta de lo que recibe un trabajador con contrato fijo y cierta antigüedad que es despedido puede ser enorme si el despido es colectivo. Piénsese en lo que recibieron los trabajadores de la Caja de Ahorros del Mediterráneo en el ERE de 2010: unos 300.000 euros de media más dos años de prestaciones por desempleo. Es un caso extremo y corrupto pero si se tiene en cuenta que, hasta la reforma, se incluían los salarios de tramitación en las indemnizaciones por despido y que los trabajadores de salario más bajo (los que trabajan en pequeñas empresas) cotizan, a menudo, a la Seguridad Social por una cantidad inferior al salario realmente percibido (reciben en “negro” parte de su remuneración en el comercio o la hostelería) los efectos redistributivos (hacia los que están mejor) del modelo español resultan sangrantes y generadores de desigualdad en un país que dedica muy poco dinero a atender a los más pobres.
Copiar el modelo danés tiene que hacerse eliminando las indemnizaciones por despido e igualando las prestaciones por desempleo
Si hay que cambiar el modelo, ¿deberíamos copiar el modelo danés? Sin duda. Para empezar, el modelo danés de prestaciones por desempleo no es tan generoso. Hay un límite de unos 25.000 euros al año a las prestaciones, límite que es muy semejante al de España para un trabajador que estuviera cotizando por la base máxima de la Seguridad Social. Las prestaciones por desempleo duran igual que en España - 2 años como máximo – pero, sobre todo, se financian con las aportaciones de los trabajadores, mientras que en España el grueso de la financiación está a cargo del presupuesto público y, en la financiación privada, son los empleadores los que aportan el 80 % de los fondos. De manera que el modelo danés no sólo no es mucho más generoso sino que redistribuye mejor: es solidaridad entre trabajadores empleados y trabajadores en paro y la solidaridad hacia los más ricos alcanza un límite bajo y rápidamente. En España los contribuyentes protegemos a los que están mejor cuando tienen la desgracia de perder su empleo. Añadamos que el salario medio danés es el doble del español (con lo que el límite a la prestación por desempleo se alcanza rápidamente) y que el nivel de paro es muchísimo más bajo y nos daremos cuenta que copiar el modelo danés tiene que hacerse eliminando las indemnizaciones por despido e igualando las prestaciones por desempleo.
La segunda objeción de Jurado se refiere a si la inversión en formación y educación es incompatible con el reparto de subsidios directos, esto es, entregas de dinero (o, como hacen en Alemania, pago por el Estado del alquiler y la calefacción) a los más pobres. Aquí, la crítica de Jurado no es clara. Las diferencias en gasto social en términos de PIB entre Dinamarca y España no son tan grandes y Jurado no tiene en cuenta la diferencia de riqueza(el PIB per capita de Dinamarca es prácticamente el doble que el español). Nadie dice nunca que Dinamarca gasta tres veces más per capita en defensa que España y nadie dice nunca que Dinamarca, tiene una deuda pública que es la mitad de la española en términos de PIB. El Estado pagó, en 2014, más de 36.000 millones de euros en intereses. ¿Vamos a preocuparnos por diferencias en subsidios cuando dedicamos casi el 10 % de los ingresos del Estado a pagar intereses de la deuda? Los intereses de la deuda redistribuyen a favor de los que tienen capital, o sea, de nuevo, claramente no hacia los más pobres. Naturalmente, eso no es una apología del impago, es un mandato al Estado para que no incurra en déficit.
Pero además, la idea del complemento a los salarios bajos es una medida “universalista” y no un subsidio a los excluidos del sistema. Al ligar la percepción del complemento al trabajo, se mejoran los incentivos para trabajar especialmente para aquellos – los que esperan un salario más bajo – que los tienen peores y no se estigmatiza a nadie como lo hace ahora la percepción de las prestaciones por desempleo no contributivas, por no hablar de la asistencia social propiamente dicha. Los escandinavos no necesitan combatir la pobreza. España, sí.  No podemos, pues, copiar su sistema de asistencia social.
Prácticamente, en lo que al impuesto sobre la renta se refiere, los españoles –especialmente los catalanes– pagan lo mismo que los daneses
En fin, en materia de impuestos, los escandinavos no pueden tomarse como ejemplo para nadie que no sea escandinavo. Las sociedades escandinavas son sociedades pequeñas muy homogéneas y en las quela confianza social es muy elevada. Pero es que, sobre todo, los datos que utiliza Jurado no son los últimos y son erróneos. Prácticamente, en lo que al impuesto sobre la renta se refiere, los españoles – especialmente los catalanes – pagan lo mismo que los daneses. El tipo máximo danés en el IRPF es del 55 %; se aplica marginalmente a partir de ingresos parecidos y hay más deducciones. El resultado es que los que ganan más de 60.000 euros al año en Dinamarca no pagan sustancialmente más que en España.
Dinamarca no es un modelo general para España. En muchos aspectos, España está muy próxima a Dinamarca (seguridad física) y, en algunos, la supera (longevidad). Nos gustaría ser Dinamarca en dos aspectos: su bajo nivel de corrupción y su sabia combinación derespeto a la libertad individual en las relaciones económicas y sociales (trabajo y empresa) con elevada protección social. En esa sabia combinación reside su éxito. Y, puesto que pagamos impuestos como los daneses, nos merecemos niveles de libertad en nuestra vida privada y limpieza en la vida pública, semejantes. 
fuentes http://vozpopuli.com/blogs/5637-jesus-alfaro-camino-de-dinamarca

“El impacto de la crisis en los niños es devastador, las secuelas se verán en 10-20 años” - See more at: http://salamancartvaldia.es/not/74102/-ldquo-el-impacto-de-la-crisis-en-los-ninos-es-devastador-las-secuelas-se-veran-en-10-20-anos-rdquo-/#sthash.fJRBmtWO.dpuf

Los informes de las ONG destacan que uno de cada tres menores españoles vive en situación de pobreza - See more at: http://salamancartvaldia.es/not/74102/-ldquo-el-impacto-de-la-crisis-en-los-ninos-es-devastador-las-secuelas-se-veran-en-10-20-anos-rdquo-/#sthash.fJRBmtWO.dpuf
‘La pobreza infantil en España’ ha centrado las intervenciones de las jornadas inauguradas hoy en el salón de actos del Luis Vives. Organizadas por la UPSA y el Instituto de Estudios Maristas, han participado el viceprovincial de Maristas Compostela y director del colegio Marista La Inmaculada de Valladolid, Tomás Briongos; Antonio Sánchez, vicerrector de la Pontificia; la decana de la Facultad de Educación, Begoña Díaz; el director del IEM, Fernando González, y el secretario del IEM, Jacinto Escudero. Uno de los objetivos, explicó Fernando González es conocer la realidad de la pobreza infantil, reflexionar y analizar las diferentes circunstancias que rodean la situación de pobreza infantil; debatir la situación actual de la infancia en España y sensibilizar y comprometer a la comunidad universitaria en acciones vinculadas a la solución del problema de la pobreza y necesidades infantiles. En el marco del 25 aniversario de la Convención de los Derechos del Niño, González, es fundamental visibilizar un problema que es evidente. Los últimos informes realizados por ONG indican que casi tres millones de niños están en pobreza infantil, uno de cada tres. “Queremos sensibilizar y llegar a un compromiso”. Sobre la implicación de las administraciones, afirmó que, de momento, “se implican las ONG como Entreculturas, Save, Cruz Roja o Cáritas principalmente”.  Para el director del IEM, es fundamental que las administraciones ayuden con la apertura de los comedores en periodos no lectivos, para que niños que no comen en sus casas puedan hacerlo. En estas jornadas también se ha puesto de manifiesto que la crisis “ha golpeado más duramente a los menores que a los ancianos”, como afirmó Antonio Sánchez y la preocupación por las secuelas que esta crisis puede dejar en los más pequeños “Se verá en los próximos 10-20 años, pero el impacto puede ser devastador”, explicó Begoña Díaz. - See more at: http://salamancartvaldia.es/not/74102/-ldquo-el-impacto-de-la-crisis-en-los-ninos-es-devastador-las-secuelas-se-veran-en-10-20-anos-rdquo-/#sthash.fJRBmtWO.dpuf fuenteshttp://salamancartvaldia.es/not/74102/-ldquo-el-impacto-de-la-crisis-en-los-ninos-es-devastador-las-secuelas-se-veran-en-10-20-anos-rdquo-/

Rajoy, el sufridor

He sufrido mucho con algunas de las medidas que tomé". (Rajoy en el debate de estado de la nación del pasado febrero). ¿Sufrir? ¿Sabe él lo que es sufrir? El españolito de a pie sí que lo ha experimentado en sus propias carnes y bolsillos, gracias a los brutales recortes y reformas que el Gobierno de Rajoy nos endosó estos años. Y eso que economistas de prestigio de todo el mundo aconsejaban a la UE y a Rajoy que las políticas de austeridad aplicadas con excesiva firmeza podrían acabar con la escasa economía de muchos ciudadanos, que aún no se han rehecho ni lo harán en varios años. 

¿Se ven ya los brotes verdes, o las raíces vigorosas, de la recuperación económica? Según últimas declaraciones del presidente Rajoy, España ya crece y seremos más ricos en 2015. Esto no es cierto; nos hacen creer que los españoles ya estamos a punto de lograr una mejoría. Y nos engatusan con algunas medidas sociales y económicas, simplemente por intereses electoralistas. 

Pero una vez más, en la Comisión Económica de la Unión Europea, y en las calles de nuestras ciudades, le quitan la razón a Mariano Rajoy. Hay un déficit, en caja, de 60.000 millones de euros, con obligación de pagos deudores en dos años de 30.000 millones. Aún gastamos más de lo que ingresamos. De cada tres españoles, uno es pobre; la prima riesgo sigue alta; existe la mayor brecha salarial femenina de Europa. Esto lo corroboran tajantemente todos los expertos en economía y los datos oficiales de Hacienda. De ese déficit, 30.000 millones de euros, de la Seguridad Social, son herencia de Rajoy. Con lo que el riesgo de pagar las pensiones para la próxima legislatura es grande. Los ministros Báñez y Montoro ya han metido hartamente la mano en la caja de las galletas del fondo de pensiones, y lo han dejado tiritando. La deuda pública sube por encima de 1 billón de euros, sobrepasando nuestro PIB nacional. Seguimos teniendo 5.500.000 de parados. La pobreza y la exclusión social en España son alarmantes según informes -nada dudosos- de la UE y de Cáritas Europa. Bruselas abronca a España por el nivel de pobreza y el aumento de la desigualdad. El informe no tiene desperdicio. Y supone una enmienda a la totalidad a la política social del Gobierno. En concreto, por la elevada tasa de pobreza -en infancia se llega a calificarla de pobreza extrema-, y por el crecimiento de la desigualdad en los últimos años. 

¿Es verdad que algunas de las grandes empresas del IBEX ven algo de mejoría? Pues sí. ¿Que hay que infundir ánimos positivos al ciudadano para que siga el consumo y no se pierdan más puestos de trabajo y se arruinen las pequeñas empresas? Pues sí. Pero hasta aquí hemos llegado: una cosa en estar animado y otra ser un bobalicón como quiere que seamos el presidente Rajoy. Tal vez lo sea él, con esa sonrisa floja, bobalicona, diciéndonos boquiabierto, "he sufrido mucho, mucho, con las medidas que tuve que tomar"? 

La tasa de paro juvenil es la más alta de Europa. Siguen los desahucios y van en aumento desde 2014 a este año. Según "ABC" -prensa poco sospechosa de querer perjudicar al Partido Popular- "las instituciones benéficas alertan de la "cronificación" de la pobreza en España, a pesar de los indicios de mejoría económica". Las "colas del hambre" siguen siendo aún abundantes en nuestras ciudades y pueblos. No diremos que esta es la única España, pero la "España negra y triste" existe. Y precisamente estos españoles no suelen ir a los bares, restaurantes, hoteles y playas a los que, por lo que se ve, van los del PP, con Rafael Hernando, portavoz del grupo parlamentario, a la cabeza. Los turistas que frecuentan esos sitios y se lo pasan muy bien, según Hernando, no son españoles. Y me temo muy mucho que estos políticos-turistas, no suelen hablar con la gente, ni palpar sus problemas y situaciones. Tampoco este portavoz parlamentario pepero, y sus colegas, visitan las barriadas de nuestras grandes capitales, polígonos industriales o calles comerciales de provincias, donde suele verse con frecuencia "se alquila, se vende, se traspasa, cerrado"?, donde antes había un gran bullicio comercial ¿Recuperación, señor Hernando? 

Los escasos índices de recuperación son gracias a una mejor economía mundial, a la bajada del precio del petróleo y a la depreciación del euro. Aquí las reformas laborales del PP son la causa de la precarización del trabajo. Y sería un grave error decir que la crisis ya se ha acabado, y seguir con las políticas de la austeridad y la chapuza de la reforma laboral. Esto se lo ha recordado a Rajoy el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker. Aquí necesitamos políticas de productividad, activas de empleo, con más salarios y más altos, que generarán más consumo y más crecimiento. 

Según el último barómetro del CIS (Centro de Investigaciones Sociológicas, del Ministerio de Presidencia, o sea oficial) casi el 80% de los españoles no creen -ni ven- la recuperación que tanto cacarea Rajoy y sus mariachis ministros peperos. Es más, un 30% opina que estaremos peor este año que en 2014. 

Cómo pueden tener tanta "caradura", Rajoy y Hernando, menospreciando a los españoles que sufren sus nefastas medidas. Un país, con tanta corrupción institucional y privada, que tolera y asume sueldos de 300 y 400 euros/mes no está saliendo de la crisis, está entrando en la miseria. Y no culpe el Gobierno del PP a otros partidos de peligrosos populismos. Porque populismo barato, de alpargatas, es hacerse fotos a la cola del paro (Mariano Rajoy, presidente), o con dependientes (Cospedal, secretaria general), en campaña electoral, y luego, una vez hayan votado a su partido, dejarles sin prestación o rebajársela brutalmente. 

¿Recuperación? Señor Rajoy, además de falso "sufrido", es usted un mentiroso compulsivo. 

Ángel Lozano Heras fuentes http://www.laopiniondezamora.es/opinion/2015/03/20/rajoy-sufridor/830436.html

La Marcha de la Dignidad vuelve a tomar cuerpo en Madrid

La madrileña plaza de Colón ha ejercido este sábado como punto de encuentro de miles de personas. Parados, preferentistas, sindicalistas, desahuciados y un amplio abanico de representantes de los colectivos sociales han confluido en este punto de la capital para cerrar de nuevo la Marcha de la Dignidad. También lo hicieron el año pasado, aunque esta vez, como reconocen los propios impulsores, no se ha podido repetir la exitosa afluencia de 2014. “Pero hemos llenado la plaza y las calles adyacentes. Calculamos que estamos aquí cientos de miles”, subraya Ginés Fernádez, uno de los organizadores. La delegación del Gobierno ha cifrado en 12.000 los asistentes en el momento más álgido de la protesta.
Llegados en nueve columnas procedentes de diferentes extremos de la Península, los asistentes han señalado a los Gobiernos del PP y PSOE como responsables de la crisis que atraviesa el país. Los han calificado de “instrumentos” de la Troika para “ahogar” a España con las políticas de austeridad. Y han insistido en que la recesión no ha acabado: “Sigue habiendo millones de desempleados, miles de familias a las que el banco echa a la calle, cientos de jóvenes que se tienen que ir al extranjero”, reflexiona Juan Guerrero, de 56 años, junto a la Cuesta de Moyano.
Este jornalero sevillano se ha tirado a la carretera a las nueve de la mañana de este sábado. Junto a otro medio centenar de compañeros, se ha subido a un autobús en Morón de la Frontera para unirse en Madrid a la columna que partió de Andalucía hace días. “Estamos aquí por la situación a la que nos ha llevado los recortes. Mientras a nosotros nos quitan derechos, algunos no dejan de enriquecerse”, remacha este padre de dos hijos, que sobrevive con una paga de 460 euros, y a quien no ha detenido el agua que ha caído en la capital desde la primera hora de la tarde. Precisamente, bajo una fina e intermitente lluvia, los congregados han recorrido las calles ensalzando los lemas en común que los unían: “Pan, trabajo y techo”; “No al pago de la deuda”; “Ni un recorte más; y “Fuera los Gobiernos de la Troika”. Unas consignas recogidas en un manifiesto que exige la salida del Ejecutivo de Rajoy, pero que se han diluido ante la heterogeneidad de los movimientos sociales presentes en la Marcha.
Los yayoflautas, las mareas de la Educación y la Sanidad, los afectados por los despidos de Coca-Cola, la PAH... Y, por supuesto, sindicatos y partidos políticos de izquierdas, como IU, Podemos y Equo, que tampoco han querido perderse la cita. “¿Qué ha cambiado respecto al pasado año?”, se ha preguntado Cayo Lara, coordinador federal de la coalición: “Pues ha aumentado la pobreza en el país. Y el empleo que se crea es precario. Y, además, continúan los desahucios. Por eso siguen vigentes las mismas causas por la que se convocó la Marcha en 2014”. En esa cita estuvo Beni de Blas, una madrileña de 62 años del barrio de Aluche, afectada por las preferentes de Bankia. Este sábado ha repetido: “He venido porque nos han estafado a muchas personas mayores. Y las autoridades nos han dejado tres años tirados en la calle. Solos”.
La mujer, que perdió los 45.000 euros que tenía ahorrados, relata su historia junto Roberto Rodríguez, un comercial de Bankia de 51 años que perdió su empleo en 2013, cuando la entidad financiera acometió un ERE. A su lado se pasean banderas de la III República y del Partido Comunista. Todo un conglomerado de símbolos unidos en la calle. Con el apoyo desde la distancia, también, de líderes del pasado.Como Julio Anguita, que animaba esta semana a sumarse al movimiento. “La democracia está siendo secuestrada. Los poderes económicos hacen y deshacen a su antojo”, subrayaba el excoordinador federal de IU e impulsor actual del Frente Cívico Somos Mayoría, uno de los colectivos que ha promovido la Marcha, junto al Sindicato Andaluz de los Trabajadores (SAT) de José Manuel Sánchez Gordillo y Diego Cañamero.
Porque el embrión de la actual Marcha de la Dignidad se remonta a 2013. “Entonces, había una sensación de que se estaban produciendo muchas movilizaciones esporádicas, de diferentes temas, pero sin que toda esa fuerza se llegara a aunar nunca”, recuerda Ginés Fernández, uno de los organizadores llegado este sábado desde Murcia. Fue entonces cuando, apoyado en los Campamentos Dignidad deExtremadura, el SAT decidió impulsar la idea. El objetivo: debían tomar Madrid la masa de afectados por los recortes derivados de las “políticas neoliberales” de los Gobiernos de Rajoy y Zapatero. “La dignidad ciudadana” debía, insistían sus promotores, recorrer las calles de la capital y señalar a los culpables de la crisis.
Así que, tomado el nombre de ese movimiento nacido en Mérida durante una concentración frente a una oficina de empleo para reclamar trabajo y una renta básica; la Marcha se tradujo finalmente el 22 de marzo de 2014 en una inmensa manifestación. Apoyados en centenares de colectivos de todo el país —300 solo de la Comunidad de Madrid—, decenas de miles de personas se dieron el pasado año cita en la capital. Los organizadores cifraron los asistentes en dos millones. La Delegación del Gobierno afirmó primero que solo eran 50.000, y después rebajó el dato a 36.000. Una cita que se desarrolló de forma pacífica hasta que, cuando apenas faltaban unos minutos para su conclusión, se enfrentaron varios grupos de radicales y los antidisturbios. Hubo más de 100 heridos y decenas de detenidos.
El recuerdo de ese episodio violento se ha traducido este sábado en un amplio despliegue de seguridad. Decenas de furgones con agentes se han apostado en el Paseo de la Castellana. Según fuentes policiales, más de 1.100 agentes de Policía Nacional han compuesto el operativo, pese a que la Delegación del Gobierno ya preveía una asistencia menor a la del año pasado, cuando repartió por las calles de la capital cerca de 1.650 antidisturbios.
Entonces, Madrid representó el fin del camino. La Marcha de la Dignidad suponía en 2014 el culmen de sucesivas pequeñas protestas repartidas por el país. La manifestación ha sido este sábado, en cambio, el principio de una travesía que concluye el próximo 22 de octubre. Para ese día, los promotores de la iniciativa han convocado una huelga general. “Y seguiremos. Y volveremos en 2016 si hace falta. Porque esto lo ha empezado la gente. Y acabará cuando la gente quiera”, concluye el sevillano Guerrero.
 fuentes http://politica.elpais.com/politica/2015/03/21/actualidad/1426919327_378258.html

Retrato de la Andalucía vulnerable

El vuelo ha terminado abruptamente para esta Andalucía en horas bajas que toca tambores y se acicala preparando la Semana Santa, mientras la presidenta de la Junta, Susana Díaz, se desgañita en los mítines proclamando la honradez de su partido. El vendaval de la crisis ha puesto de manifiesto la vulnerabilidad estructural de esta región, ha desmantelado parte del techo protector establecido en torno al gran ejército de damnificados y ha frenado la perspectiva de equipararse con los indicadores de bienestar social medio español que durante un tiempo pareció tener a su alcance.
Aunque la salida del subdesarrollo, la modernización general del país y la igualación en los servicios públicos es patente e irreversible, el sur español vuelve a quedar al desnudo en parámetros estadísticos clave. Pese a la malla de autovías, al AVE y a los modernos aeropuertos, Andalucía es, con permiso del otro sur (Extremadura), la región europea de más desempleo (34%, frente al 23,6% del conjunto de España), más población en riesgo de pobreza (29%, seis puntos más que la existente en el ámbito estatal) y la que cuenta con el mayor porcentaje de abandono escolar temprano (28,7% contra el 23% de la media nacional).
El sur español vuelve a quedar al desnudo en parámetros estadísticos clave
Ni los 85.000 millones de euros aportados por la UE en estas décadas ni el enorme esfuerzo transformador realizado en este período han logrado evitar que la región que soñaba con convertirse en la California europea vea emigrar nuevamente a sus hijos, muchos de ellos con el título universitario bajo el brazo, y en términos relativos, retroceda a la casilla inicial del año 1982, cuando la renta per cápitaalcanzaba el 75% de la media española. Evaluar la evolución andaluza exige tener en cuenta que su punto de partida era el anclaje en un retraso ancestral, pero la cuestión sigue estando en saber si Andalucía podría haber mejorado su posición relativa y si tiene capacidad y palancas suficientes para revertir la situación, ahora que las ayudas dejarán de ser tan cuantiosas. ¿Lleva plomo en las alas, esta autonomía, gobernada ininterrumpidamente por el PSOE, que desde su creación, hace 33 años, había sido sinónimo de modernización, crecimiento y política redistributiva?
Crisis económica y corrupción política anudan un sentimiento de inquietud y pesadumbre colectivo que afecta probablemente a la consideración que este pueblo antiguo tiene de sí mismo, aunque difícilmente cuestionará los valores de su cultura y el proverbial sentido de la convivencia. La educación ha hecho libres a las generaciones jóvenes y les ha despojado del viejo complejo de inferioridad labrado en su historia de penuria económica y cultural. Entre las grandes diferencias existentes en este vasto territorio similar en población a Austria aunque algo más extenso, la que cuenta verdaderamente es la que traza una raya divisoria entre los menores y mayores de 50 años. Con razón o sin ella, más de la mitad de los 8,4 millones de andaluces creen que el nivel cultural de su región es igual o superior a la del resto de España. Ese acento, esos acentos suyos tan característicos vuelven a sonarles a música, han dejado de ser la deformación inculta del castellano que hay que procurar eliminar.
Pese a que muchos andaluces abominan del tipismo y de los reclamos turísticos con que se les representa, los estereotipos acuñados en torno al fervor religioso, a la tierra como sustento de referencia y al gusto por el disfrute de la vida sobreviven perfectamente en el campo de ruinas de la crisis, reproduciendo prejuicios y tópicos que toman la parte por el todo y obvian que Andalucía ha dejado de ser una sociedad agraria para convertirse en una de servicios.
Estampa primera. Un caballero de impecable traje campero se abre paso entre los bulliciosos carromatos de romeros que llegan al Rocío. Detiene su yegua cartujana blanca ante la ermita y entona con voz ronca y palpitante una saeta a la Blanca Paloma. Luego, reza en voz alta, musita una promesa, se descubre el sombrero, hace girar a su caballo y se retira.
Estampa segunda. La preferida de quienes consideran que el problema de esta tierra, “callada, estigmatizada y oscura” que decía Blas Infante, sigue siendo el caciquismo ancestral y la falta de la definitiva reforma agraria: al grito de “tierra y libertad”, entre banderas verdiblancas y símbolos anarquistas y comunistas, peones del campo y sindicalistas marchan por caminos polvorientos a ocupar la finca latifundio que el señorito mantiene improductiva.
Estampa tercera. Las basuras hacen montaña en los patios y huecos de los ascensores en las destrozadas viviendas sociales de las barriadas sevillanas de Torreblanca y las Tres Mil Viviendas, exponentes de las decenas de poblados de chabolismo vertical ocupados por población marginal gitana y paya. Los niños juegan en las calles despavimentadas —hay asociaciones de vecinos que premian con dinero a los padres que llevan al colegio a sus hijos—, los autobuses y taxis no se adentran en el núcleo del barrio, y la venta de droga se hace a la luz del día en bajos con accesos ilegales. Un grupo de gitanos saca a la calle sillas, guitarras y un potente equipo de música que atruena el barrio. La fiesta ha empezado.
Estampa cuarta. Tan del gusto de quienes, injustificadamente, creen que ésta es gente poco amiga del trabajo, que vive del subsidio y las ayudas públicas: pueblos andaluces, impolutos y cuidados, encalados de blanco, como de postal, sestean bajo la canícula. No hay actividad, ni un alma en la calle, pero los bares están llenos.
Son imágenes doblemente poderosas porque poseen el magnetismo cautivador de la diferencia y porque una parte de los propios andaluces se mira en el mismo espejo deformado con que les contemplan muchos extranjeros y buena parte de los españoles. Y, sin embargo, admitido que esta tierra hermosa, de ciudades bellísimas, se complace en sí misma y goza de una personalidad inconfundible, la versión tópica andaluza es un campo minado que conviene soslayar si se pretende palpar la realidad contradictoria y compleja de esta Comunidad que se abre paso entre las brumas del atraso secular y el pintoresquismo exótico glosado por la literatura.
Evaluar su evolución exige tener en cuenta su punto de partida
A esa colección de imágenes andaluzas, habría que añadir, entre otras muchas, una quinta estampa, poco conocida y reconocida: la de los nuevos andaluces que investigan sobre células madre en laboratorios de referencia internacional, que trabajan en empresas punteras del sector aeronáutico, la biotecnología, la agroindustria, las energías renovables…Andalucía es un espectacular muestrario de mezcla y simbiosis entre la tradición y la modernidad.
Pese a su fuerte carga simbólica, el campo apenas aporta el 3,6% del PIB y el 7,4% del empleo y los jóvenes andaluces ya no ponen ahí su identidad. El PER (Plan de Empleo Rural), tan denostado por la derecha catalana y madrileña que fue rebautizado como PROFEA (Programa de Fomento de Empleo Agrario), supone aquí una inversión estatal de 147 millones de euros y da lugar a unos 90.000 contratos de dos semanas para obras de interés general, desde la reparación de las calles a la renovación del alcantarillado. A falta de alternativas, ese es el precio a pagar por la paz social en un país en el que el fondo sociológico de la película Los Santos Inocentes no pertenece a un pasado remoto.
El 80% de las ayudas comunitarias al campo andaluz se lo reparten entre el 20% de los propietarios, pero como señala el sociólogo Manuel Pérez Yruela: “Ni el PER, ni el latifundio son el problema. El problema es que este modelo productivo asentado en el turismo, la potente industria agroalimentaria y la construcción no genera suficiente empleo, ni nos prepara para el salto cualitativo que la situación requiere”. Es un diagnóstico perfectamente extensible a la mayor parte de España; solo que en el caso andaluz, las carencias son más acusadas. La gran bolsa de economía sumergida, la ayuda familiar y la solidaridad comunitaria permiten entender que las cifras de pobreza severa y marginación no hayan desembocado en tragedias mayores.
¿Cómo se explica el delirante fervor religioso festivo que despierta la Semana Santa andaluza, ese estallido de devoción jubilosa y alborozada que tanto desconcierta a los forasteros? “Es la tradición. Antes de que el niño llegue a nacer, aquí ya se le ha preparado el carné del Betis y la hermandad religiosa de la que formará parte”, comenta un taxista sevillano. El 80% de la población se declara católica, pero menos de la mitad es practicante. Una amplia mayoría juzga negativamente que la Iglesia intervenga en la política y aunque se casan más por la Iglesia —hay un el 36% de matrimonios civiles, frente al casi 50% de la media española—, la religiosidad afecta poco a las pautas de conducta cotidiana, según los estudios realizados por Pérez Yruela.
Procesión en Semana Santa del Cristo de la Agonía, en Málaga. / JULIÁN ROJAS
Si hay algo que irrita a este pueblo de supervivientes que sabe llevar la pobreza con dignidad y sin perderle el pulso y la alegría a la vida —¿no constituye esto último un capital social incalculable?—, es que al estereotipo del andaluz juerguista, chistoso y hospitalario se le añada la mala fama de la vagancia. Una amplia mayoría, superior al 80%, considera que el trabajo es una forma de realizarse, además de un deber y un medio para conseguir mejor posición social. Cualquiera que haya conocido a los obreros andaluces en Cataluña, el País Vasco o Madrid, sabe que trabajan de firme. Puede que el equívoco mayor resida en el hecho de que esta sociedad cultiva más que otras el principio filosófico de trabajar para vivir, no a la inversa. Puede que las inercias de una Comunidad que ha pasado del campo a los servicios sin pasar por el encuadramiento y la cultura de la productividad industrial —la región solo cuenta con el 10% de la industria española—, influyan en la manera de enfocar y actuar en la vida laboral. La campaña electoral ha sido una puja por quién ofrece más, entre reproches cruzados por los recortes. Más allá de los lugares comunes, no se ha dicho adónde quiere ir Andalucía, no se ha apuntado una estrategia sostenida, una exposición descarnada de la realidad, una apelación clara al esfuerzo y a la responsabilidad.
Francisco Ferraro, exsecretario general de Economía en el Gobierno de Manuel Chaves, sostiene que la, en principio, encomiable concertación social, recogida casi como signo identitario propio en el Estatuto de Autonomía, ha acabado por adormecer la vida política en una sociedad civil escasa de recursos críticos con que contrarrestar la preponderancia asfixiante de los partidos. Opina que, a la búsqueda de ese consenso obligado, las grandes formaciones, los sindicatos y la patronal se han constituido en una suerte de “segundo parlamento” encubierto que decide toda la política económica de Andalucía. ¿Esa atmósfera viciada ha propiciado la corrupción?
Haberse acomodado en una situación ventajosa de progresos notables sin valorar que la carrera continúa y no permite aflojar la marcha puede ser el primer pecado mortal de la autonomía andaluza. El segundo, como apunta el filósofo Ramón Vargas Machuca, sería haber consentido la utilización poco escrupulosa de los medios, haber aplicado la doctrina Maquiavelo: “Los actos acusan, los resultados excusan”, en una democracia europea del siglo XXI.
Dice la catedrática de Biología Celular y rectora de la Universidad de Málaga, Adelaida de la Calle, que para generar un tejido industrial de alta base tecnológica que aproveche el talento y la creatividad andaluces hará falta que los “hombres de la luz”, a los que convoca el himno de Andalucía, cambien de ritmo e introduzcan una nueva marcha en la competición global por asegurarse el Estado de Bienestar.
fuenteshttp://politica.elpais.com/politica/2015/03/20/actualidad/1426880799_305179.html