domingo, 28 de septiembre de 2014

El PSOE pide en el Congreso un plan sobre pobreza infantil

Rechaza declaraciones como las de la presidenta de Castilla-La Mancha, María Dolores de Cospedal, en las que afirmaba que abrir los comedores escolares en verano era “estigmatizar” a los niños que acudan. “Lo que verdaderamente estigmatiza es el hambre”, recalca Sahuquillo.
El diputado nacional del PSOE por Cuenca, Luis Carlos Sahuquillo, ha lamentado que una vez más el PP en el Congreso se haya quedado solo y haya rechazado una enmienda de todos los grupos políticos a la Proposición No de Ley contra la pobreza infantil.

Durante su intervención en la sesión plenaria esta semana, Sahuquillo subrayó que “el impacto de la crisis, unido a las políticas antisociales del PP, ha dado como resultado que la pobreza haya aumentado”, alcanzando cifras alarmantes en el caso de la infancia. De hecho, en su informe del mes de junio, UNICEF indicaba que más de 2,3 millones de niños viven bajo el umbral de la pobreza en España.

Consideran “claramente insuficiente” el Plan Nacional de Acción para la Inclusión Social de diciembre de 2013, que contempla una partida de 17 millones de euros para esta problemática. Es más, se trata de un plan cuya vigencia es de 4 años, por lo que “supone un euro y medio por niño y año”.

El parlamentario socialista insiste en que urge un plan sobre pobreza infantil con actuaciones concretas y dotación presupuestaria suficiente y rechaza declaraciones como las de la presidenta de Castilla-La Mancha, María Dolores de Cospedal, en las que afirmaba que abrir los comedores escolares en verano era “estigmatizar” a los niños que acudan. “Lo que verdaderamente estigmatiza es el hambre”, recalcó Sahuquillo. 

Y es que, advertía, los recortes han tenido un impacto “particularmente negativo” en los derechos de los niños, con unos servicios sociales que tienen cada vez menos recursos y son incapaces de atender adecuadamente las necesidades de los niños.

Por último, manifestó no entender a que el PP diga no, entre otras cosas, a un Plan de Alimentación Infantil, a eliminar obstáculos que dificultan el acceso a la educación de los niños, o asegurarles una protección de la salud materno-infantil con medidas preventivas y de diagnóstico precoz. 
 fuentes http://eldiadigital.es/not/113582/el-psoe-pide-en-el-congreso-un-plan-sobre-pobreza-infantil/

La comida, un lujo en la basura

Cuando una fruta u hortaliza no cumple las normas estéticas y de calidad, pese a ser perfectamente comestible, se desecha en la cadena de distribución y nunca llega al consumidor. Esta es solo la punta del iceberg del desperdicio de alimentos que se produce, cada día, en todos los rincones del planeta. “En el mundo se desperdician 1.300 millones de toneladas de alimentos cada año”, denuncia la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO). Con esta cifra se conmemorará, el próximo 16 de octubre, el Día Mundial de la Alimentación. Una fecha señalada en el calendario que, lejos de ser motivo de celebración, ha servido para poner el foco sobre un problema mundial: el despilfarro de comida. Esta situación, que tiene estrechos vínculos con la precariedad alimentaria, ha sido denunciada por numerosos medios de comunicación, plataformas e instituciones internacionales. Gracias a ello, se están poniendo en marcha multitud de medidas paliativas. Sin embargo, se siguen malgastando toneladas de alimentos mientras “870 millones de personas pasan hambre todos los días en el mundo”, según la FAO. Las cifras oficiales Europa desperdicia 89 millones de toneladas de alimentos anuales, de acuerdo a los datos de la Comisión Europea. Esto significa que cada europeo tira a la basura unos 179 kilos de comida al año, cifras preocupantes si tenemos en cuenta la situación de crisis en la que vivimos actualmente. Por poner un ejemplo, “en las cooperativas de naranjas, un porcentaje realmente importante [entre un 20 y un 30%] se descarta para la distribución en el mercado, sobre todo por cuestiones de aspecto”, cita la plataforma Ciudadano 0,0. Según la Comisión Europea, cada europeo tira a la basura unos 179 kilos de comida cada año “España es el sexto país que más comida tira dentro de Unión Europea (UE), con 7,7 millones de toneladas”, como recoge un informe del Parlamento Europeo. En el mismo documento aparecen Holanda (9,4 millones de toneladas al año) o Francia (9 millones) muy por encima, aunque en la cumbre del desperdicio europeo se sitúa Alemania, con 10,3 millones de toneladas anuales. Aunque teniendo en cuenta que la población germana casi duplica a la española (80 millones de habitantes, frente a unos 47), no son datos de los que sentirnos orgullosos. A pequeña escala, “cada español desperdicia unos 63 kilos de comida al año”, según la FAO. Esto se traduce en que tiramos el 18% de lo que compramos para alimentarnos. Lo preocupante es que casi la mitad de estos alimentos (45%) no tendrían por qué acabar en la basura si se hubieran gestionado mejor. Esta realidad contrasta con la otra cara de la moneda: los tres millones de personas que viven en situación de pobreza severa, como denuncia Cáritas Española. Por tipos de alimentos, los que más se desperdician en los hogares españoles son el pan y los cereales (20%); la fruta y las verduras (17%); los lácteos, pasta, arroz y legumbres (13%); las bebidas (7%); las carnes y comidas preparadas (6%); los embutidos, snacks y alimentos en conserva (4%); y en último lugar, los pescados, mariscos y huevos (3%). La diferencia entre pérdida y desperdicio Pero el despilfarro alimentario no es igual en todo el mundo. Así, la FAO diferencia entre pérdida y desperdicio. “Las pérdidas se dan en países en vías de desarrollo, en el inicio de la cadena de suministro, debido a las limitaciones financieras y estructurales durante la recolección, transporte y almacenamiento”, explica la organización. Mientras que “el desperdicio se da en las regiones de ingresos medios y altos, a nivel de venta minorista y del consumidor”. También existen diferencias en cuanto al consumo: “Europa y Norteamérica tienen un desperdicio per cápita de 95 a 115 kilogramos anuales, mientras que África Subsahariana, Asia meridional y el Sudeste asiático tiran solamente entre 6 y 11 kilogramos por persona”, confirma la FAO. Por ejemplo, aunque el volumen de desperdicio de carne en el mundo es relativamente bajo, el 80% del total de este malgasto tiene lugar en los países de occidentales y Latinoamérica. El 80% del total del malgasto de carne tiene lugar en los países de occidentales y Latinoamérica Ciertos hábitos, que se practican de forma rutinaria en la vida doméstica, tienen una relación directa con el desperdicio de comida, pues, también según la FAO, “un tercio de los alimentos a nivel global se pierden debido a prácticas inadecuadas de los consumidores”. En los hogares, una de las principales causas del desperdicio es la falta de comprensión sobre lo que dice la etiqueta de conservación. Por eso, es importante diferenciar entre: la fecha de consumo preferente, que fija en qué momento el producto pierde cierta calidad o cualidad, aunque sigue siendo apto para el consumidor; y la fecha de caducidad, que indica en qué momento el producto deja de ser seguro. Aunque estas fechas de consumo preferente y caducidad condicionan los hábitos de las familias, son necesarias para los ciudadanos. “No debemos olvidar que las iniciativas en materia de desperdicio, como son las fechas de caducidad, existen para salvaguardar la seguridad alimentaria de los productos de cara al consumidor”, sostiene Paloma Sánchez, directora del Departamento Técnico y de Medio Ambiente de la Federación Española de Industrias de Alimentación y Bebidas (FIAB). “Los altísimos niveles de seguridad alimentaria que hemos alcanzado en Europa son un logro de nuestro sistema productivo y de la actividad de control de nuestras autoridades”, asegura. Sin embargo, tanto desde el Parlamento Europeo como desde la FAO explican que en los hogares se producen tres tipos de residuos alimentarios de forma continua, que no siempre atienden a esas fechas de caducidad. Los dividen en tres categorías: desechos evitables (productos que, estando en perfecto estado, se eliminan); desechos potencialmente evitables (aquellos alimentos que, a pesar de ser comestibles, algunas personas los consumen y otras no) y desechos inevitables (los que no son comestibles en circunstancias normales).

Ver más en: http://www.20minutos.es/noticia/2245033/0/dia-mundial-alimentacion/despilfarro/pobreza/#xtor=AD-15&xts=467263
fuentes http://www.20minutos.es/noticia/2245033/0/dia-mundial-alimentacion/despilfarro/pobreza/

martes, 16 de septiembre de 2014

Más sobre la pobreza infantil

Los datos y las cifras siguen sorprendiéndonos a diario sobre la situación de los más vulnerables, los niños, en España. Son muchos los frentes que la infancia tiene abiertos en nuestro país. No podemos consentir que se incremente la cifra de niños que a diario se convierten en población de riesgo. Es terrible saber que casi un millón de familias españolas con niños tiene a todos sus miembros en paro con lo que eso supone para los pequeños. Y que el 40% de las familias con hijos presenta dificultades para llegar a fin de mes. Aquello de "El buey suelto bien se lame" y cuyo significado conocemos todos, no tiene por qué ser el lema, a veces egoísta, de miles de personas que prefieren aferrarse a la soledad antes que formar una familia por todo lo que entraña en la actualidad. 

Las administraciones tienen que involucrarse un poco más a fondo. Es mejor prevenir y no curar, es decir, proyectar las ayudas familiares de forma preventiva y no que se viene haciendo cuando la familia ya tiene problemas e incluso cuando ya no hay solución. Igual pasa con ciertos problemas sanitarios, con ciertas enfermedades que aíslan al enfermo y al entorno familiar por falta de atención y por falta de ayudas y porque son tan costosas que no se pueden asumir con los sueldos que hoy por hoy se perciben en España. 

Estamos muy lejos de países como Alemania e Irlanda donde el volumen de ayudas llega casi al 90%. Aquí, en España, ese volumen de ayudas llega a 1 de cada 10 familias necesitadas. ¡Qué vergüenza! Para más inri, además de escasas, además de insuficientes, las ayudas a las familias no se realizan de forma eficaz. Ese ha sido el gran problema de España antes y durante la democracia. La eterna asignatura pendiente de las administraciones. Porque, a ver, mientras la media europea logra reducir el riesgo de pobreza en un 16%, una vez realizada la ayuda, en España solo se alcanza en un 9%. Algo no funciona cuando la estadística nos dice que España es el país de la Unión Europea con más media de riesgo de pobreza entre los niños, ¡ojo al dato!, solo seguida por Rumanía. Tiene bemoles el asunto. Y luego los miramos al bies cuando nos tropezamos con ellos a las puertas del súper. Nos parecemos más de lo que nos creemos. 

Aunque Castilla y León y por ende Zamora, no aparecen en los datos en rojo, también tienen un problema grave con los niños desfavorecidos o en riesgo de exclusión. Por comunidades autónomas: Andalucía, Cataluña, Madrid y la Comunidad Valenciana concentran a más de la mitad de los niños, millón y medio, que están en esta situación. En términos porcentuales, la región con más menores en riesgo de padecer este problema es Murcia, seguida muy de cerca por Andalucía y Madrid ya a cierta distancia de la primera.
fuentes  http://www.laopiniondezamora.es/opinion/2014/09/12/pobreza-infantil/788059.html

Problemática de la pobreza en España

El informe de una organización no gubernamental destacó que el 50% de los hogares monoparentales y un 40% de las familias numerosas están en riesgo de pobreza. Además, informó que el 40 por ciento de las familias con hijos tienen dificultades para llegar a fin de mes, frente al 31 por ciento de los hogares sin hijos.
Familias numerosas corren riesgo de pobreza en España. (Foto: ABC)
Familias numerosas corren riesgo de pobreza en España. (Foto: ABC)
Dos tipos de episodios suelen repetirse en las noticias sobre la situación en España: por un lado, señales que indican cada tanto que la profunda crisis económica iniciada en 2008 estaría por llegar a su fin, pero al mismo tiempo, fotografías de un un deterioro social en que no encuentra un piso.
En los últimos días, un informe de una organización no gubernamental especializada en la protección de los derechos de los niños señaló que el 40 por ciento de las familias con hijos tienen dificultades para llegar a fin de mes en el país europeo, frente al 31 por ciento de los hogares sin hijos.
Según el informe “El bienestar de la infancia en España 2014” realizado por la ONG Educo, el 50% de los hogares monoparentales y un 40% de las familias numerosas están en riesgo de pobreza en ese país.
En ese contexto, a principios de este mes, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (Ocde) dio un giro en su postura con respecto a los salarios en España. El organismo que reúne a los países desarrollados había planteado a principios de año la necesidad de más “austeridad”salarial y recortes en el gasto público para estabilizar la economía. Pero, ahora emitió un informe sobre perspectivas de empleo en el que señaló lo contrario: que más recortes en los ingresos de los trabajadores sería “contraproducente” y que elevaría el riesgo de pobreza.
Claro que no se trata sólo de una situación española: en su informe, la Ocde  indicó que el ajuste salarial fue importante en la zona euro. Entre el primer trimestre de 2009 y el cuarto trimestre de 2013, los salarios reales por hora en España bajaron un 1,8%,, un poco menos que en Grecia (-5,2%), Portugal(-2,2%) e Irlanda (-2%).
El informe indicó además que los recortes salariales no se tradujeron completamente en menores precios que favorezcan la competitividad y el crecimiento, sino que terminaron favoreciendo la rentabilidad de las empresas.
En una nota reciente, el diario El País señaló que “en los últimos años la tasa de riesgo de pobreza infantil ha crecido de forma preocupante: pasó del 24,1% en 2008 al 27,5% en 2014, según datos de Unicef uno de los porcentajes más elevados de la Unión Europea. Y destacó que “en contraste, al otro lado del Atlántico, a más de 7.000 kilómetros de distancia,América Latina -aunque todavía rezagada- lleva una década mejorando los indicadores sociales más importantes, entre ellos el de pobreza infantil, que se redujo del 55,3% en 2000 al 40,5% en 2014, según la Cepal.
Por ello, el diario se preguntó: “ante esta realidad, ¨podría aprender España de los ejemplos exitosos en reducción de pobreza infantil de países latinoamericanos?”. 
En la nota se destacó el impacto de las denominadas “transferencias condicionadas de dinero” en el sur de América. El repaso incluyó el impacto del plan Bolsa Familia, en Brasil que “logró reducir a la mitad la pobreza (del 9,7% al 4,3%), debido a su vasto alcance y cobertura”. También, se informó que “en Argentina, la Asignación Universal por Hijo ha abarcado a 3,7 millones de niños desde 2009. Con las ayudas directas a las familias se pretende asegurar que los niños y adolescentes asistan a la escuela, se realicen controles periódicos de salud y cumplan con el calendario de vacunación obligatorio”.
En ese contexto, los sindicatos españoles nucleados en la UGT apuntaron contra el aumento de la“precariedad laboral” como uno de las razones del incremento de la “pobreza y la exclusión social”. La UGT de Asturias destacó que “los hogares con menores niveles de pobreza son aquellos en el que el mayor número de personas trabaja a tiempo completo el mayor número de días a lo largo del año”. Los gremios advirtieron sobre una “alarmante precarización del empleo” en los últimos años por un fuerte aumento de la contratación a tiempo parcial lo que, según evaluó “constituye una de las causas por las que las tasas de pobreza se disparen”.
fuentes  http://www.diariobae.com/notas/32432-problematica-de-la-pobreza-en-espana.html

LA MEDIA DE LA RENTA MÍNIMA EN ESPAÑA ES DE 420,55 EUROS

 Según un informe de la EAPN-ES, una red de lucha contra la pobreza y la exclusión social. El promedio de renta mínima que percibe una persona o familia que carece de recursos económicos suficientes para cubrir sus necesidades básicas es de 420,55 euros mensuales y casi 220.000 personas reciben esta prestación.
Así se desprende del ‘Informe sobre los sistemas de rentas mínimas en España’, elaborado por la EAPN-ES (Red Europea de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social en el Estado Español), en el marco de EMIN (Red Europea de Ingreso Mínimo) y al que tuvo acceso Servimedia.
Los sistemas de rentas mínimas forman parte del sistema público de servicios sociales y dependen exclusivamente de las comunidades autónomas y las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla.
Estos programas, bajo diferentes normes y formas en cuanto a los requisitos de acceso, duración o cuantías, comparten la característica de que se dirigen a personas o familias que carecen de recursos económicos suficientes para cubrir sus necesidades básicas, acompañado además de un proceso de intervención social, si bien en algunos casos se vinculan también con procesos de inserción laboral.
El informe, que será presentado este lunes en la sede de la Fundación ONCE, en Madrid, subraya que el importe medio de renta mínima en España es de 420,55 euros al mes y que el máximo asciende a 641,40 euros (en Navarra).
Además de Navarra, también están por encima de la media nacional País Vasco (612,41 euros), Canarias (472,16), Asturias (442,96), Aragón (441), Cantabria (426,01), Castilla y León (426) y Cataluña (423,70).
No sobrepasan el promedio de 420,55 euros Baleares (417,30), Extremadura y Galicia (399,38), Andalucía (397,67), Comunidad Valenciana (385,18), Melilla (384,84), Comunidad de Madrid (375,55), La Rioja (372,76) y Ceuta y Murcia (300).
PAÍS VASCO, “BUENA PRÁCTICA”
El número de perceptores de la renta mínima ha ido aumentando paulatinamente en la última década, al pasar de las 82.354 personas de 2002 a las 217.358 de 2012 (último año del que hay datos oficiales), de las cuales 52.253 eran inmigrantes (un 24,04%).
El informe señala al País Vasco como “buena práctica”, ya que la tasa de prestación de renta media por cada 1.000 habitantes era de 31,9 personas en 2012, cuando la media española bajó a 4,6. Por detrás de la comunidad vasca están Navarra (12,3), Asturias (8,8), Cantabria (7,4), La Rioja (6,8) y Ceuta y Melilla (4,3).
Por otro lado, el estudio indica que cualquier tipo de trabajo, incluso uno con baja dedicación o temporal, es incompatible con la renta mínima en la mayoría de las comunidades autónomas, y que estos sistemas no son portables, de manera que si una familia receptora se muda a otra región, tiene que comenzar el proceso de nuevo y pueden no tener derecho a la prestación, de acuerdo con los requisitos del nuevo lugar de residencia.
fuentes http://www.teinteresa.es/espana/MEDIA-RENTA-MINIMA-ESPANA-EUROS_0_1211879300.html

ESPAÑA PP, PROGRESA LA POBREZA

Mientras la Europa de la austeridad sigue enviando –o más bien imponiendo– sus recetas, España languidece en justicia social. Lleva haciéndolo desde 2007, según un  estudio de la fundación Bertelsman Stifing, que alerta de un aumento en cuatro puntos de la población en riesgo de pobreza y exclusión social. En 2014, el porcentaje ha alcanzado el 27,3%; una cifra que, aun siendo grave, queda empañada por otra todavía más preocupante: el 32,6% de niños y niñas de entre 0 y 17 años viven al borde de la pobreza, casi cinco puntos por encima de la media europea (28%). O, lo que es lo mismo, más de 1 de cada 3 menores.
Pero no es la primera vez que suena la alarma, Save the Children advertía en  un informe publicado a principios de este año que el 33,85% de los niños españoles (2.826.549 personas) se precipitan hacia el abismo de la exclusión social. Un número que se ha disparado con la crisis: de 2006 a 2009 descendió hasta situarse en el 26,2%, pero a partir de 2010 no ha dejado de aumentar.

El análisis realizado por la fundación Bertelsman Stifing presenta, sobre la base del Índice de Justicia Social de la Unión Europea, un ránking de los 28 en función del nivel de igualdad entre su población. Esta vara de medir se basa en seis parámetros: prevención de la pobreza, acceso de la educación, acceso al mercado laboral, cohesión social, no discriminación, igualdad intergeneracional y salud.

La clasificación coloca a España en el puesto número 21, por debajo de Malta, Chipre, Portugal, Irlanda o Polonia.
Entre las principales razones para los malos resultados se encuentran el aumento de la pobreza, especialmente entre los jóvenes, la alta tasa de desempleo juvenil –a la cabeza de Europa con un 53,8%–, los  recortes en el sistema de seguridad social –como el real decreto que ha dejado, desde su entrada en vigor hace dos años, a cerca de 900.000 inmigrantes sin tarjeta sanitaria–  y también en áreas como la educación y la investigación.
En una nueva evidencia de la brecha social entre el norte y el sur del viejo continente, los mejores puntuados en el ránking son Suecia, Finlandia y Dinamarca, aunque los únicos países que han mejorado en Índice de Justicia Social en los últimos años son Luxemburgo, Alemania y Polonia. Por debajo de la clasificación se posicionan los países de este (Hungría, Bulgaria, Romanía), además de Italia y Grecia.

Este última, en realidad, está a la cola de casi todas las dimensiones medibles. Se ha convertido en el modelo con el que, como ha repetido en innumerables ocasiones el Gobierno, no conviene confundirnos. "España no es Grecia", decía Carlos Floriano, actual vicesecretario general del PP, a mediados de 2012. Más allá de las diferencias, la senda por la que transita hoy nuestro país, advierte el estudio, puede desembocar en niveles similares de pobreza a los que sufre Grecia, donde el porcentaje de personas en riesgo de exclusión social creció en seis puntos (34,6%) solo en el año 2012. En el mismo periodo, la población afectada por una privación material severa –personas que no pueden permitirse comer carne o pescado cada dos días, mantener el hogar a una temperatura adecuada o afrontar gastos inesperados– trepó hasta ocho puntos (19,5%).

En España, este último parámetro está, por el momento, lejos de alcanzar la cifra griega: en el noveno puesto del ránking, la población que sufre privación material representa el 6,2% del total –más de cinco puntos por debajo de la media europea–. No obstante, la tendencia desde 2007 es de escalada, con un porcentaje que duplica al de hace siete años (3,5%). En el caso de los menores, esta situación afecta a un 8,8% de los niños y niñas entre 0 y 17 años, cuatro puntos más que en 2007 (4,4%).
Si hay un dato positivo que se apuntan la mayoría de los miembros de la UE es la reducción de la pobreza en la tercera edad. "La creciente brecha social entre los Estados miembros y entre las generaciones puede conducir a tensiones y una considerable pérdida de confianza. Si el desequilibrio social dura por mucho tiempo o aumenta aún más, el futuro del proyecto de integración europea se verá amenazada", afirma el Dr. Jörg Dräger, miembro del Consejo Ejecutivo de la fundación que ha elaborado el informe.
Desarrollo económico no es sinónimo de justicia social

Se trata de un factor importante, pero la buena marcha de la economía no es siempre garantía del impulso de medidas que contribuyan a reducir la desigualdad. Como muestra el estudio, el mejor caso para demostrarlo es el de Irlanda y Suecia. El primer país tiene un PIB per cápita similar al del segundo, pero se ubica muy por debajo de la media en justicia social (del puesto 18 al 1 en la clasificación, respectivamente). Por el contrario, países como la República Checa (posición 5) o Eslovenia (9) y Estonia (10) demuestran que aunque, no se tenga un rendimiento económico excepcional, con políticas sociales se puede alcanzar un alto grado de igualdad entre la población.

En relacion con esto, el estudio advierte de que la inversión en igualdad de oportunidades –con especial atención al ámbito educativo– no solo potencia la justicia social, sino que es esencial desde la perspectiva del crecimiento económico. "La desigualdad en el acceso a la educación, el mercado laboral o la salud es peligroso en términos económicos por los altos niveles de exclusión social que resultan de ella", argumenta el informe, que recuerda que las medidas para compensar y reparar el riesgo de pobreza y exclusión social una vez instalado en la sociedad deberían ser sustituidas por políticas proactivas de inversión en participación social" que, antes de condenar a un tercio de la población a sobrevivir al borde del precipicio –como ocurre en España–, pudieran evitarlo.
Una advertencia contra los recortes en España

El estudio hace mención especial a los recortes que la educación y la investigación están sufriendo en España. "Estos recortes masivos pueden provocarán consecuencias negativas a largo plazo, no solo desde la perspectiva de la justicia social, sino también en términos económicos", augura entre sus líneas. "Los expertos –continúa el análisis– advierten de que prescindir de presupuesto en educación reduce las oportunidades de las personas socialmente más vulnerables". La factura de la tijera en I+D son "ya evidentes", según el estudio. "Con la emigración de muchos científicos jóvenes, la capacidad de innovación en España se está viendo muy debilitada".
fuentes http://www.extremaduraprogresista.com/la-vara/42-la-vara-de-medir/19672-espana-pp-progresa-la-pobreza