Mariano Rajoy despluma a 200.000 pensionistas asturianos y deja a Cherines Fernández sin base electoral
14.12.2013 | 03:13
Javier Neira Si usted, amigo lector, es uno de esos 200.000 asturianos a quienes en lo sucesivo la pensión les subirá como máximo tres euros, aproveche estas Navidades y envíele una postal a Rajoy en la que, además de mandarlo al cuerno, le prometa -y se prometa- que nunca de los nunca y jamás de los jamases lo votará a él y a sus secuaces. No me extraña que Cherines Fernández quiera cruzar el Pajares para no regresar ni en sueños porque en las próximas convocatorias electorales puede recoger apenas unos cientos de votos.
¡Pero, hombre, no exagere, que de donde no hay no se puede sacar!
Que yo sepa en Asturias siguen latiendo del orden de setenta chiringuitos socialistas do mora como marqueses una miríada de enchufados. Y digo socialistas porque es lo mismo que populares, ya que en el conjunto de España hay más de tres mil chamizos similares sobre los que el PP sí tienen directísimas competencias.
Y qué decir de Suiza donde en cuentas de españoles descansan 18 billones de pesetas. Cuando salta la liebre se regularizan unas sacas y los defraudadores encantados.
En fin, la arruinada Cataluña se ha declarado en rebeldía y sigue recibiendo montañas de dinero del conjunto de España que deberían ir destinadas a los pensionistas.
No, no exagero lo más mínimo. Quizá lo peor que ha hecho Rajoy en estos dos años nefastos de gobernación es dividir socialmente a España. Ha reabierto la lucha de clases. Nos ha devuelto a 1912, por poner una fecha, y bien sabemos lo que sucedió a partir de aquellas confrontaciones sociales de primeros del siglo pasado. Si a partir de 1960 se creó una amplia clase media en España, con lo que supuso de estabilidad, entre ZP y Rajoy la están destruyendo, si no la han destruido ya.
Las pensiones en España son de llorar por no decir de hambre. Bajarlas, como hace Rajoy, en contra de todas sus promesas electorales, no tiene nombre, pero sí graves consecuencias.
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