miércoles, 3 de julio de 2013

Los niños constituyen el grupo de edad con mayores niveles de pobreza de España»

Gabriel González-Bueno (Madrid, 1966) es responsable de las políticas de infancia de Unicef en España, organización que ha publicado un informe sobre el impacto de la crisis en los menores. Son muchas las organizaciones que trabajan por hacer llegar a la agenda política la situación de los hogares españoles con niños, como trascendió en los últimos días en la Jornada de los derechos de la infancia que se desarrolló en Avilés. González Bueno realiza en esta entrevista una radiografía del índice de pobreza infantil en España. «Ahora estamos en un documento de 32 propuestas de lucha contra la pobreza infantil de cara a los planes de inclusión social y el de apoyo a las familias, que el Gobierno se ha comprometido a poner en marcha. El de la infancia es un tema que nos atañe a todos. Es muy importante establecer un pacto por la infancia dada su vulnerabilidad», subraya.

-¿La frase de Shidath Ramphal «La deuda tiene cara de niño» tiene ya reflejo en España?

-Sí lo tiene y lo tendrá en el futuro. Las repercusiones de las desinversiones en infancia, del incremento de la deuda pública y del coste de la deuda en los mercados, puede que no tenga una repercusión inmediata pero la tendrá en las generaciones venideras. Toda esa deuda se trasladará a a la siguiente generación, a los que son niños ahora.

-Lo más novedoso que concluyeron en el informe ha sido...

- Lo más novedoso es que los niños constituyen a partir de 2010 el grupo de edad con mayores niveles de pobreza de España frente a los mayores de edad, los que históricamente constituían el mayor índice.

-Ese estudio refleja que la pobreza infantil en España creció un 10 por ciento entre 2008 y 2010, ¿va a más?

  -Hemos actualizado alguno de los datos del informe y sí, hemos comprobado que todavía ha aumentado más. En 2011 se sumaron unos 85.000 niños más. Estaríamos hablando de una estimación de 2.270.000 niños bajo el umbral de la pobreza en España.

-¿A qué perfiles responden?

-Los perfiles son muy variados, sobre todo porque se están dando casos muy llamativos, de familias que nunca habían estado en una situación así. Pero no hay que olvidar que los perfiles tradicionales de hogares con mayor riesgo de caer en la pobreza siguen siendo los mismos. Respecto al tipo de hogar, el perfil responde a familias monoparentales y numerosas. En cuanto al origen, los niños inmigrantes duplican muy claramente las cifras generales. Más de la mitad de los niños inmigrantes de fuera de la Unión Europea están en situación de riesgo de pobreza en España.

-¿Perciben diferencias relevantes entre comunidades autónomas?

-Sí que percibimos diferencias notables. Debo aclarar que la tasa de pobreza infantil se mide de forma relativa, respecto a los niveles de ingresos de la población, tanto con la media nacional (15.820 euros anuales para hogar con dos adultos y dos niños) como de la comunidad autónoma. Por ejemplo, en cuanto al umbral nacional Navarra tiene la tasa de riesgo de pobreza infantil más baja, un 11,6 por ciento, y las ciudades de Ceuta y Melilla el mayo, con un 47,2 por ciento. En cuanto al umbral autonómico, el nivel más bajo es el de Galicia (18,1 por ciento) y el más alto también Ceuta y Melilla (46,4).

-¿Y cuál es la realidad asturiana?

-El índice de pobreza respecto al umbral nacional es del 13,2 por ciento, muy próximo al de Navarra y el País Vasco, los más bajos de todo el país. En el caso del umbral autonómico no deja de ser bueno, pero ya es del 21,3 por ciento. De Asturias tenemos otras mediciones. Por ejemplo, tiene el nivel más bajo de toda España de dificultades de acceso a determinados bienes y servicios (sólo el 0,9 por ciento de los niños asturianos no pueden acceder a determinados bienes y servicios). Y, al contrario, tiene una cifra relativamente alta de niños que viven en hogares en los que los adultos no tienen trabajo o que están empleados durante un periodo muy corto de tiempo al año (el 12,6 por ciento, por encima del nivel nacional, que se sitúa en el 9,8)

-¿Los impactos de la crisis en los niños han permanecido ocultos?

-Sí, hasta hace muy poco. Hasta que en 2012 publicamos nuestro informe se hablaba mucho de la crisis pero muy poco de lo que les pasa a los niños en esa crisis. Y no hay que olvidar que, aparte de lo que puedan estar pasando en el momento actual, ese sufrimiento tendrá impacto más pronto o más tarde en la sociedad, incluso en la capacidad económica y productiva del país. A nivel más micro, hay que destacar que en los hogares con niños, en general, son especialmente pudorosos a la hora de mostrar su situación de necesidad, de ahí que muchos casos hayan permanecido ocultos. El impacto en los niños supone el último eslabón de una cadena de circunstancias económicas pero también políticas. La crisis ha tenido como consecuencia directa la pérdida de empleo de los adultos (muchos de ellos jóvenes con niños pequeños), pero a esto se ha sumado una política de recortes y de austeridad que ha tenido muy poco en cuenta el impacto en los niños.

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