miércoles, 5 de diciembre de 2012

La pobreza se hace interclasista en España


Dice Iñaki Gabilondo con toda razón que acostumbramos a inquietarnos por los niveles de la prima de riesgo que podemos soportar y nadie parece plantearse cuantos parados puede soportar la sociedad española.
Hay indicadores extremadamente inquietantes que no están suficientemente cuantificados pero que reflejan claramente el sufrimiento de muchos ciudadanos.
Sería conveniente elaborar un índice sobre los niveles de malestar social y que meditáramos seriamente sobre como influyen los sufrimientos en la calidad de la convivencia.
Son indicadores que, desgraciadamente, solo se perciben cuando se produce el estallido social, un estallido que hasta ahora se ha venido aplazando por la persistencia de colchones familiares. Pero estos colchones se deterioran por momentos.
No faltan los avisos al respecto desde distintas instancias asistenciales que habría que observar con la mayor atención.
Por ejemplo el hecho de que el dinero recaudado este año por la Cruz Roja en su centenaria fiesta de La Banderita, celebrada ayer, no irá destinado a atender a casos concretos de desgracia personal sino a cubrir necesidades elementales de amplias capas de la sociedad española.
Cruz Roja informa que el 82 por ciento  de las 300.000 personas atendidas por la institución vive por debajo del umbral de la pobreza con una tasa de paro del 64,86 por ciento.
Añade que la mitad de los desempleados atendidos por la organización lleva más de dos años en paro y que el 51 por ciento carece de cobertura de desempleo o rentas mínimas.
Igualmente significativa es la demanda de ayuda recibida por Caritas Española que asegura que la pobreza se ha “nacionalizado” y “generalizado”.
Ahora afecta a mucha gente que nunca hubiera pensado en recurrir a esta organización y que acuden a ella de forma vergonzante, incluso para comer. La pobreza se ha hecho interclasista.
También apunta en esa dirección la revitalización de los Montes de Piedad de algunas entidades de ahorro y el anuncio de que en enero abrirá Caixabank una dependencia semejante en Madrid.
Como titulaba ayer  The Wall Street Journal, ‘La caridad en España ahora empieza en casa”, un hecho que resaltan también varios periódicos europeos.
Curiosamente el Tribunal de Cuentas ha denunciado que los partidos políticos se gastaran cerca de 300.000 euros en canapés en las últimas elecciones municipales.
José García Abad es periodista y analista político
fuentes http://www.elplural.com

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