martes, 10 de septiembre de 2013

Supermercados solidarios contra la malnutrición en España

Ante cifras tan alarmantes como la que dio hace meses Unicef -dos millones de niños en España viven en la pobreza-, quiero compartir con vosotros un formato innovador de acceso digno a la alimentación que está funcionando muy bien en Francia y, creo, tendría mucho sentido replicar en España.
Se trata de una iniciativa de Guillaume Bapst (seleccionado como Emprendedor Social Ashoka en 2006), quien en el año 2000 creó la organización A.N.D.E.S, que dinamiza una cadena de 500 supermercados solidarios en Francia y da servicio a 170.000 clientes al año.
¿En qué consisten los supermercados solidarios? Son espacios dirigidos a personas excluidas del mercado de consumo habitual debido a un problema de recursos económicos (bien sea puntual o extendido en el tiempo). Ofrecen alimentos de calidad que cuestan un 80-90% menos que en un supermercado normal. Esto permite a muchas familias comprar libremente, tomar decisiones de consumo y participar en el intercambio monetario, lo cual, en muchas ocasiones, restaura la dignidad de las personas que compran
Pero no son sólo un comercio; van mucho más allá. Los gerentes de las tiendas se implican -apoyados por trabajadores sociales-y trabajan con sus clientes para enseñarles a manejar mejor su presupuesto, comenzar a ahorrar para gastos futuros como la educación, u organizar talleres para compartir recetas saludables. La compra en estos establecimientos se convierte en una vía para su inclusión social.
Además, la asociación ha creado ya 6 escuelas-taller para personas desempleadasen las que se les forma en recolecta, distribución y logística de frutas y verduras. Estos talleres han logrado distribuir 1.289 toneladas de frutas y verduras a la cadena de supermercados, y ayudan a sus alumnos a preparar un itinerario de empleo con muy buenos resultados: un 67% de éxito de inserción.
Estamos hablando de un modelo integral, inteligente y de bajo coste de gestión, que está llegando muchos rincones del país. Aquí se puede ver el mapa de distribución de los 500 supermercados. Guillaume ha basado esta red en una gestión centralizada y profesional que le permite comprar por volumen y ofrecer así unos precios muy bajos por productos de calidad. Ha logrado, además, alianzas con grandes marcas que colaboran con su iniciativa, como Unilever, Carrefour, Simply Market o Ferrero.
¿Cómo funcionan? Cada uno de los 500 supermercados está gestionado por personas o agrupaciones de personas que se lanzan a ponerlo en marcha en su localidad, abriendo, de algún modo, una “franquicia”. Son ellos quienes se encargan 100% de la gestión y ponen los criterios socioeconómicos para acceder a comprar en el supermercado, asegurándose de que se destina a quienes más lo necesitan.
La labor de Guillaume, además de la logística de distribución de alimentos a la red, es la de incentivar la apertura de nuevos supermercados con un modelo sólido y duradero, ofrecer el apoyo necesario y ampliar la red de empresas colaboradoras.
Se trata de una respuesta organizada, probada y eficaz que no es una alternativa a lo que ya hay, sino un complemento para un determinado sector de la población que –pienso- podría acceder a un supermercado con estos precios y preferiría no estar yendo a un comedor social o a una parroquia a pedir alimentos.
No es sencillo. Pero sí muy necesario. Y tenemos un modelo probado a pocos kilómetros. ¿Quién se anima? Para saber más: http://www.epiceries-solidaires.org/.

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