martes, 29 de enero de 2013

La pobreza energética causa en España más muertes que los accidentes de tráfico


Es preocupante por el gran número de personas afectadas, pero hay países europeos en peor situación. En Bulgaria, Lituania o Portugal más del 30% de la población declara ser incapaz de mantener su vivienda a una temperatura adecuada. En España esta cifra se ha movido entre el 5% y 10% desde que hay registros (2004). En el otro extremo, países como Finlandia o Suecia: solo el 1-2% de sus habitantes lo padecen.
¿La crisis económica está empeorando esos datos en España?
Es difícil dar una cifra más o menos precisa porque no hay ninguna metodología de medición del todo satisfactoria. Con las estadísticas del INE y Eurostat, nuestro estudio estimaba que en 2010 el 10% de los hogares españoles (unos cuatro millones de españoles) tenía problemas para asegurar el confort térmico de su vivienda o sus costes de energía doméstica representaban más del 10% de sus ingresos anuales.
¿Han aumentado desde 2010?
El hogar promedio de España tiene más problemas ahora para satisfacer su demanda de energía que hace cuatro o cinco años.
¿Qué consecuencias trae este problema?
Estos hogares estarían reduciendo la temperatura de la calefacción, dejando habitaciones sin calentar, volviendo al butano o retrasando el pago de las facturas. Los costes de la energía también presionarían a los hogares a reducir otros gastos, quizás incluso algunos básicos como la alimentación. Habitar una vivienda con temperaturas inadecuadas en invierno aumenta el riesgo de padecer enfermedades físicas y mentales e incrementa la probabilidad de morir de forma prematura entre ancianos. Nuestra estimación, muy preliminar, indica que la pobreza energética causaría más de 2.000 muertes prematuras al año en España. Esta cifra es superior al número de víctimas de accidentes de tráfico en carretera (1.480 en 2011, según la Dirección General de Tráfico). También provocan que se puedan sentir avergonzados o excluidos de forma social.
El precio de la energía sigue en aumento y parece que cada vez más. ¿Qué estimaciones haría para los próximos años en relación a la pobreza energética?
Las tendencias no son positivas. Por un lado, los ingresos del hogar promedio disminuyeron en términos nominales entre 2008 y 2010, según datos de la Encuesta de Presupuestos Familiares, y es muy factible que ese proceso no se haya detenido. Por otro lado, los precios de la energía doméstica subirán a un ritmo mayor que el índice de ingresos de los hogares. Es más que probable que en los próximos años las tasas de pobreza energética aumenten en España a un ritmo similar al de los últimos años.
¿Tiene algo que ver el déficit de tarifa?
Explica en buena medida el aumento de más de un 10% en la tarifa eléctrica en 2012, que el precio de la electricidad doméstica en España sea uno de los más altos de la Europa de los 27 y las dificultades de desarrollo de las energías renovables. A pesar de las duras medidas de contención, el Gobierno ha reconocido su incapacidad de controlarlo al eliminar el tope previsto para 2012 (1.500 millones de euros) y el objetivo de reducirlo a cero en 2013.
¿Se están tomando medidas para solucionar la pobreza energética?
"El hogar promedio de España tiene más problemas ahora para satisfacer su demanda de energía que hace cuatro o cinco años"
En España, como en la mayoría de los países europeos, no hay un reconocimiento oficial, pero hay medidas que ayudan a mitigarla hasta cierto punto. Es el caso del bono social o las subvenciones a la inversión en eficiencia energética en viviendas. Sin embargo, estas medidas no siempre benefician a los hogares en pobreza energética. Un primer paso importante sería revisar estas medidas para asegurar que ayudan a quienes en realidad lo necesitan y no generan efectos indeseados.
En 2013 se debería aprobar la certificación de la eficiencia energética de edificios ya creados. ¿Ayudará a reducir este problema?
Aunque la transposición de la directiva va bastante retrasada, el etiquetado energético será importante para concienciar a los hogares y debería incentivar a largo plazo la mejora de la calidad de las viviendas. La implicación de profesionales en contacto directo con propietarios y usuarios de los pisos, como los administradores de fincas o los agentes inmobiliarios, es fundamental. Con la Asociación de Ciencias Ambientales trabajamos para informar y sensibilizarles sobre las ventajas ambientales, económicas y sociales de la eficiencia energética de las viviendas que gestionan. El proyecto ha arrancado a principios de 2013 y parte de la convocatoria de ayudas de la Fundación Biodiversidad de 2012.
¿Qué sería necesario para erradicar este problema?
La problemática es tan amplia y compleja que la definición de objetivos y políticas no basta. Reino Unido tiene una estrategia gubernamental desde 2001, medidas específicas y el mandato de acabar con la pobreza energética en 2016/2018, pero sus tasas de pobreza energética aumentan desde hace varios años. Aun así, en España sería muy necesario algún tipo de reconocimiento oficial como primer paso.
¿Y además del reconocimiento oficial?
Es probable que la única solución a largo plazo consista en tener un parque de viviendas tan eficiente que incluso los hogares de rentas más bajas satisfagan su demanda de servicios de energía. Es fundamental hacer ver que invertir en eficiencia energética tiene múltiples beneficios: reduce las emisiones de gases de efecto invernadero, mejora el confort térmico de los hogares, disminuye las tasas de mortalidad y morbilidad, mejora la balanza de pagos de la economía española, etc. Estos argumentos deberían convencer a las administraciones públicas de avanzar por esta senda. Como esta mejora a gran escala se realizaría a lo largo de varias décadas, sería también necesario un apoyo directo (tarifas sociales, rentas suplementarias, etc.) durante años o décadas a los hogares en pobreza energética.
Brenda Boardman, la creadora del concepto "pobreza energética", señalaba que el Reino Unido y la Comisión Europea empiezan a tratar el problema. ¿Se está haciendo más en otros países?
"En los próximos años las tasas de pobreza energética aumentarán en España"
Un primer paso importante es el reconocimiento explícito del problema en las directivas europeas 2009/72/CE y 2009/73/CE, sobre normas comunes para el mercado interior de la electricidad y el gas. Sin embargo, aún no hay un programa de acción coordinado desde Bruselas que marque el camino. Reino Unido es el único país con una estrategia bien definida. En la mayoría de los países europeos hay medidas no específicas que ayudan a mitigar su impacto, pero no hay ninguna recopilación o evaluación de políticas nacionales a escala de la Unión Europea.
¿Qué pueden hacer los consumidores?
Hay margen de mejora de la eficiencia energética del hogar, sobre todo con el asilamiento y el cambio de ventanas, aunque puede ser caro para los hogares de menos ingresos y con mayor probabilidad de estar en pobreza energética. Hay otras acciones sencillas y de bajo coste como instalar bombillas de bajo consumo, eliminar consumos eléctricos en "stand by" o aplicar burletes en ventanas, como las que recoge la guía de la plataforma Slow Energy. También se debe prestar atención a las facturas para no pagar más de lo necesario, como por tener contratada una potencia mayor. El asesoramiento de las organizaciones de defensa de los consumidores puede ser de mucha ayuda. No obstante, a nivel individual, los hogares tienen un rango de maniobra limitado. De ahí la importancia de las comunidades de vecinos.
¿Por qué?
Porque toman decisiones estratégicas para la eficiencia energética del edificio, como mejorar el aislamiento de cubiertas o fachadas o la eficiencia de los sistemas de calefacción central. La acción colectiva es clave para compartir costes y conseguir reducciones significativas del consumo energético. Sería muy interesante organizar en España esquemas de contratación colectiva tipo "collective switch", que ya funcionan en Holanda o Reino Unido: los usuarios se alían para participar de forma directa y colectiva en las subastas de energía y beneficiarse de la competencia entre suministradores.
fuentes www.consumer.e

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