La organización caritativa española, Cáritas insiste: La pobreza en España ya es crónica y si no fuera por los comedores sociales, el hambre también. Es probable que algunos que se han incorporado no al mercado de trabajo sino al mercado de "crónicos", se creyeran aquello que nos contaban de que los cubanos "comían flores".
En España hay cerca de 12 millones de personas (se calcula que podrían llegar hasta los 18 millones) que se han sumergido en la pobreza y están a punto de caer en la exclusión social. Actualmente, según Cáritas, la pobreza en España es "más extensa, más intensa y más crónica que nunca".
Pobreza crónica es la antesala del hambre crónica, algo que aún impiden los comedores sociales a duras penas. Esos centros, tras un inicio eufórico absurdo (se presentaba como un logro, una acción vinculada a la miseria) se quejan de que están siendo desbordados porque aumentan quienes acuden a ellos y la comida no da para todos. De seguir el derrumbe del Estado que, por cierto, en esta cuestión-, responsabilidad suya- escurre el bulto, ¿quiénes seguirán entregando sobras de comida si las necesitarán para ellos, ya sea para alimentarse o para que no se les hunda el negocio?
Al respecto, nos quedamos con una información leída en el diario La Opinión de Murcia del pasado 7 de diciembre, ¡ojo! no lo decimos nosotros, lo reconocen ellos mismos:"A un año de gobierno sus recortes están generando hambre. Basta ver las largas colas de gente ante las puertas de las Cáritas parroquiales".
¿Pero el hambre y la miseria no eran cosa de Cuba o de Corea, como nos decían, no hace mucho, los medios oficialistas?
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