lunes, 4 de marzo de 2013

Trias recurre a la Cruz Roja para paliar el drama de las naves ocupadas


Una actuación humanitaria “urgente” a dos kilómetros del centro de Barcelona. Enric Morist, coordinador de Cruz Roja Catalunya, anunció ayer que la ONG se prepara para llevar a cabo a partir de la próxima semana y durante seis meses un gran despliegue en la nave industrial del número 127 de la calle de Puigcerdà, en el Poblenou. Allí habitan y trabajan desde hace un par de años cientos de subsaharianos, muchos de los cuales recogen chatarra por la ciudad. La entidad asumirá en coordinación con el Ayuntamiento de Barcelona y la Obra Social de La Caixa la segunda fase del plan de asentamientos irregulares, explicó la cuarta teniente de alcalde, Maite Fandos (CiU).
La actuación de la ONG se dividirá en dos fases, explicó Morist. En la primera se realizará una “asistencia humanitaria básica”, en la que se les brindará alimentación, abrigo, atención sanitaria y se realizará una evaluación personalizada de cada situación, derivándolos a los servicios sociales con los que cuenta el Ayuntamiento. La segunda, que durará cuatro meses, consiste en desarrollar un plan de acogida personalizado y la posibilidad de dirigirlos a servicios de vivienda del Consistorio y otras entidades. Paralelamente podrán acceder al programa de integración laboral Incorpora, que impulsa la Obra Social de La Caixa.
En octubre del año pasado, el Ayuntamiento informó que había 735 personas que vivían en 62 asentamientos irregulares, la mayoría en el distrito de Sant Martí. El Comisionado para la Inmigración y la Acción Social, Miquel Esteve, explicó que “es un plan para personas vulnerables, no para inmigrantes. Recibirán el mismo trato que al resto de parados de la ciudad \[112.000 personas\], sin darles beneficios por su origen”, dijo tras asegurar que se actúa en Puigcerdà por ser el más grande y complejo.
La Cruz Roja ya trabajaba en el asentamiento después de que en noviembre del año pasado la Asociación 3 de gener del Besòs le solicitara ayuda. Este vínculo fue determinante a la hora de que el Consistorio decidiera pedir la ayuda de la ONG, pues sus canales con los habitantes de la nave y la Red de Ayuda a los Asentamientos del Poblenou —compuesta por vecinos y varias entidades— están rotos. Esteve admitió que la Cruz Roja permitirá que el proceso “sea nítido, transparente e incuestionable”. “Hay un gran clima de desconfianza. En cinco meses ha habido seis desalojos y un chico fue mandado por la policía al CIE”, explicó Manel Andreu, un histórico líder vecinal del Poblenou y miembro de la Red.
“Vienen a decirte que te quieren ayudar pero ves que la Guardia Urbana siempre te ronda o te sacan de donde vives con gases”, agregó Dukah, uno de los habitantes de la nave y que habitaba en la de la calle Sancho de Ávila, la semana pasada.
Morist aseguró que la Cruz Roja trabajará de manera independiente. “No se atenderá a ninguna persona que no quiera ser atendida, no realizará ninguna acción que una persona no quiera y la confidencialidad de los datos las entrevistas y las reuniones es condición sine qua non”, agregó.
Tanto Fandos como Esteve reivindicaron la labor del Ayuntamiento hasta ahora y recordaron una vez más que la problemática se remonta a 2007, cuando los socialistas gobernaban en Barcelona. Según el Comisionado, la diferencia entre lo que se ha hecho hasta ahora —el Consistorio asegura que siempre ha puesto a disposición de los afectados los servicios sociales y los itinerarios laborales que ofrece Barcelona Activa— y lo que hará la Cruz Roja es la dedicación total. “El Ayuntamiento no tiene el persona para hacerlo y no puede contratarlo”, explicó Esteve.
“Nadie duda de la buena reputación de la Cruz Roja, pero nos da miedo la identificación de las personas”, se quejó Andreu. PSC e ICV, pro su parte, se criticaron los desalojos.
Esteve también explicó que en la primera fase del plan se atendieron 37 personas vulnerables, de las cuales 18 están en viviendas tuteladas, seis en dependencias municipales y 13 participaron en el proyecto deregreso voluntario a Senegal. El Ayuntamiento no dio detalles sobre los programas como la cooperativa de recolectores de chatarra o los huertos urbanos.

CiU se abstiene en el plan de empleo juvenil

La vuelta al cole del Ayuntamiento de Barcelona después del receso navideño se saldó ayer con un pleno extraordinario para aprobar un plan de choque contra el paro juvenil, cercano al 50%. PSC —el ponente—, ICV y UpB apoyaron la declaración, que contó con la abstención del PP y del Gobierno.
El edil de CiU Raimond Blasi argumentó su voto atribuyendo el problema del paro a la herencia recibida y aseguró que el Gobierno ya promueve programas en esta línea, como el dirigido a jóvenes entre los 16 y 19 años. Blasi aprovechó para asegurar que “es necesario tener un presupuesto para luchar mejor contra el paro”.
El líder del PSC, Jordi Martí, le respondió a Blasi que no dará a CiU “un voto de confianza general” y le afeó al alcalde Xavier Trias el hecho de que no tomara la palabra. “La sensación que deja este plenario es la de un alcalde que no habla sobre el problema principal que tiene la ciudad”, dijo. Martí pidió una reunión urgente con los grupos y las entidades para desarrollar el plan, que incluye ayudas económicas a las empresas que contraten jóvenes.
fuentes http://ccaa.elpais.com/ccaa

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