jueves, 6 de junio de 2013

España requiere cada vez más ayuda alimentaria

La cuarta economía más grande de la zona euro es el segundo país que más apoyo alimentario recibe por parte de la Cruz Roja, organismo que afirma que 75% de las personas que atiende están en riesgo de pobreza o exclusión. Cáritas Española revela, por su parte, que ya hay 1,8 millones de familias en las que todos los integrantes en edad productiva están en el paro.
La realidad cotidiana es más elocuente que cualquier discurso, pero esta primavera el suizo Yves Daccord, director General del Comité Internacional de la Cruz Roja, resumió en una declaración la nueva realidad de muchos países del Viejo Continente: “En Europa, la ayuda alimentaria no había alcanzado los niveles actuales desde que concluyó la Segunda Guerra Mundial”.

El organismo precisó que Rumania y España son los dos países que más ayuda alimentaria reciben en esta región en el presente.

Consultado al respecto, José Javier Sánchez, portavoz de la Cruz Roja Española, confirma a swissinfo.ch que “existe una creciente vulnerabilidad en la población; su situación se precariza debido a que el paro afecta a 25% de la población activa. También vemos cómo solicitan ayuda nuevos perfiles de personas, gente de la clase media, e incluso de la clase media acomodada, que tenían una vida económica normalizada. Familias en las que tanto el marido como la esposa perdieron el trabajo y que hoy necesitan de nuestra ayuda”.

Algunos datos de la crisis española

La Cruz Roja atendió 2,4 millones de personas en 2012 en España. Alrededor de 1,5 millones eran ciudadanos afectados por la crisis.

La tasa de paro entre los beneficiarios de las ayudas de la Cruz Roja es de 65%.

Cuando se trata de los jóvenes, la tasa de desempleo entre las personas atendidas por la Cruz Roja asciende a 80%. La cuarta parte de estos jóvenes carece de ingresos. En situación de pobreza, la tasa de abandono educativo es del 72%.

Más de la mitad de los desempleados que buscan ayuda de la Cruz Roja llevan al menos dos años sin trabajo, carecen de cobertura por desempleo y no cobran otros subsidios.

Por su parte, Cáritas Española atendió 1,8 millones de personas en 2011. Las donaciones que recibió ascendieron a 250 millones de euros. El 33% de los fondos provienen de entidades públicas y 66% de donadores privados.

El 40% de las personas que piden ayuda a esta institución son parejas con hijos.

Las familias monoparentales representan 18% de los demandantes.

Cinco de cada 10 personas apoyadas son inmigrantes.

El flagelo del paro

En su más reciente perfil sobre la economía española, datado en mayo, la Secretaría de Estado de Economía (Seco) describe a España como “la quinta economía más importante de la Unión Europea (UE) y la cuarta más grande de la zona euro. Un país que tras su adhesión a la UE -hace 25 años- vivió un gran desarrollo económico marcado por la restructuración de su sector industrial, la internacionalización de las empresas y una gran mejora en la infraestructura”.

Pero también destaca los estragos del desempleo. “España ha visto pasar el desempleo del 8,3% en 2007 a 25% a finales del 2012, con lo que hay más de un millón de hogares en donde todos los miembros en edad productiva están en el paro”.

Los datos de Seco hacen eco de las cifras oficiales del gobierno del conservador Mariano Rajoy, pero éstas palidecen ante la realidad que documentan los organismos de ayuda social. En su estudioDesigualdad y Derechos Sociales: Análisis y Perspectivas 2013, Cáritas Española reveló que al iniciar la crisis España contaba con 380.000 hogares en donde ninguno de los miembros en edad productiva tenía empleo, “para el 2012, el dato se ha cuadruplicado para alcanzar 1,8 millones de familias”.

Ayuda familiar y social

Guillermo Fernández, coordinador del referido estudio –que publican conjuntamente Cáritas Española y la Fundación FOESSA (Fomento de Estudios Sociales y de Sociología Aplicada) - explica a swissinfo.ch que la población ha hecho frente a sus necesidades gracias al apoyo familiar,  la economía sumergida, y los organismos sociales.

“Han solicitado el apoyo de la familia, económico o en especie. Están echando mano de las pensiones y los ahorros de los padres y de los suegros, de las economías que estaban destinadas a los nietos. Están compartiendo vivienda como estrategia para recortar gastos, regresando a casa de los padres, o en el caso de los inmigrantes, reagrupándose entre compatriotas”, detalla.

Los españoles que atraviesan este proceso de súbito empobrecimiento aceptan también trabajos temporales en la economía informal cuando éstos se presentan, y acuden cada vez más a las organizaciones de ayuda.

El miembro de Cáritas añade: “Estamos apoyando a más de 1,8 millones de españoles, de los cuales un millón forman parte de nuestros programas de acogida y asistencia. El número de personas que acuden a nosotros hoy es 3,5 veces mayor que al principio de la crisis”.

“Las mujeres siguen siendo el rostro más visible de las demandas de ayuda de emergencia atendidas por Cáritas Española. Pero acuden desempleados, parejas jóvenes (de 20 a 40 años de edad) con hijos, y mujeres solas con familiares a cargo”, dice.

“La pobreza en España es cada vez más extensa, intensa y crónica.  En este momento, a la luz de los datos que nos ofrece nuestra red de acogida, podemos afirmar que vivimos en una sociedad cada vez más empobrecida, desigual e injusta en términos sociales. Y el escenario que nos muestran nuestros más recientes informes refleja una honda preocupación y la gran incertidumbre que están viviendo muchas familias”, apunta Fernández.

Donaciones

Las donaciones económicas realizadas a organismos como la Cruz Rojas o Cáritas Española son parcialmente deducibles del pago del Impuesto de la Renta de las Personas Físicas y/o del Impuesto de Sociedades.

El donante obtiene un certificado emitido por el organismo de ayuda que tendrá efectos fiscales.

En el caso de la Cruz Roja, los donantes pueden elegir el destino que debe darse a su aportación, sea para una misión específica o para los proyectos sociales que demanden más recursos.

Ahora + que nunca

Esto explica que el año pasado, por primera vez en muchos años, la Cruz Roja Española dedicara el tradicional Día de la Banderita –celebrado en octubre- a operar una campaña llamada ‘Ahora + que nunca’, que dejó de pedir fondos para África o para los países que han vivido desastres naturales, para concentrar sus esfuerzos en la recaudación de fondos para los propios españoles en situación de vulnerabilidad extrema.

La Cruz Roja Española afirma que 75% de la población que atiende actualmente en España corre riesgo de pobreza o exclusión. Y precisa también que 82% de los ciudadanos que acuden a sus instalaciones en busca de ayuda viven actualmente por debajo del umbral de pobreza, esto es, percibiendo menos de 7.200 francos suizos anuales.

“Estamos atendiendo a unos 2,4 millones de personas, de los cuales 1,5 millones son personas afectadas por la crisis”, dice José Javier Sánchez.

¿Hacia dónde va España?

La economía española volverá a contraerse en 2013, esta vez 1,4%, y el país seguirá enfrentando los efectos de recortes masivos al gasto público.

No obstante, entre las malas nuevas se engarzó una positiva esta semana.
El martes 4 de junio, el gobierno español anunció que el número de desempleados se redujo en 98.265 personas durante mayo, con lo que este problema afecta hoy a 4,9 millones de personas.

“Es la tercera caída mensual consecutiva”, destacó el boletín oficial publicado por el gobierno del presidente Mariano Rajoy. Un dato que la ministra del Empleo, Fátima Báñez, calificó de “claramente esperanzador”.

Una noticia que será temporal, según los economistas. La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) pronostica que el paro español llegará a 28% en 2014.

“Nos preocupa la certeza de que la situación del desempleo seguirá más o menos igual hasta finales del 2015. También nos preocupa profundamente que la demanda de ayuda que se registra en nuestras oficinas es cada vez mayor, y a situación de la gente, peor”, dice José Javier Sánchez.

Y de cara al futuro, la Cruz Roja y Cáritas Española apelan a la solidaridad.

“Es muy importante que la gente que aún está en condiciones económicas de hacer donaciones, participe. Su colaboración es muy valiosa en este momento”, refiere el portavoz de la Cruz Roja.

Guillermo Fernández, de Cáritas, asegura que la oferta de voluntarios ha aumentado, y que uno de los apoyos que más valoran las familias que atraviesan problemas actualmente es “que alguien los escuche, una necesidad no económica que está cada vez más extendida”.

A este respecto, José Javier Sánchez añade: “Aquellos que no están en posibilidad de realizar donaciones materiales, pueden aportar mucho a través de una red social viva, echando una mano al vecino, por ejemplo, cuidando a los hijos mientras los padres salen en busca de empleo”.

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