lunes, 8 de abril de 2013

Andalucía, la pobreza «imparable»: cuarta en incidencia, líder en intensidad


Parafraseando la propaganda de la Junta: Andalucía, pobreza «imparable». Carne o pescado, cada dos días. Casi el 6% de los hogares andaluces –la media nacional es del 2,98%– no puede permitirse una comida caliente un día de cada dos. El informe «Pobreza y privación en Andalucía y España: el impacto de la Gran Recesión», presentado por el vicepresidente regional, Juan Arredondo, y el administrador de Cáritas Francisco Domouso, con datos del Instituto Nacional de Estadística de 2011, sitúa a Andalucía como la cuarta región en incidencia de la pobreza y primera en intensidad de la misma. Un 10,52% de andaluces –el 5,95%, media nacional– no puede mantener su casa con temperatura adecuada en invierno o un 48% (35,5% a escala nacional) no puede afrontar gastos imprevistos, señala el análisis del Observatorio de Investigación sobre Pobreza y Exclusión en la Comunidad Valenciana (Universidad Cardenal Herrera) en colaboración con la Fundación Foessa y Cáritas.
El 31,68% de las unidades familiares andaluzas se sitúa por debajo del umbral de la pobreza, esto es, dispone de 7.500 euros al año para una persona o 15.768 euros para cuatro. Considerando este dato como «incidencia de la pobreza», el informe habla de un nuevo registro: la intensidad de la pobreza, que, en España, está un 8% por debajo de los parámetros del umbral y en Andalucía, un 14% menos. Es decir, en la comunidad andaluza cada hogar unipersonal necesitaría el 14% de 7.500 euros anuales para alcanzar la cifra mínima. En base a este criterio, Andalucía es la región en la que la pobreza se siente con mayor intensidad, lo que equivale a que los pobres en el sur de España se sitúan a más distancia del umbral que la media nacional. Estos porcentajes equivalen a que un andaluz es, de media, 1.000 euros más pobre que el español con menos recursos. El 31,68% de andaluces por debajo de este parámetro arrojan a la comunidad a la cuarta peor posición del país. Sólo Canarias, Extremadura y Castilla-La Mancha están peor.
El 55,38% de los hogares andaluces no se puede permitir una semana de vacaciones al año fuera del hogar, mientras que la media en España es del 39,37%. El 16,83% en Andalucía (10,06% en España) puede decir aquello de «me sobra mucho mes a final de sueldo», ya que llega a la siguiente mensualidad «con mucha dificultad».
El 23,45% de los hogares andaluces padece goteras, humedades o pobredumbre, por el 15,61% de España. El 7,24% no tiene un ordenador en su casa por no poder permitírselo, mientras que en el país la media es de un 4,47%.
En posesión de bañera, ducha o agua corriente, los andaluces están mejor que la media nacional –el 0,03% frente al 0,11– y de televisión –el 0,03% frente al 0,06%–.
Por edades, el informe indica que los más afectados por los indicadores de privación o «indicadores directos de calidad de vida» son los hogares con niños y los jóvenes, por sus dificultades al encontrar empleo. El análisis recoge el «dato engañoso» de que los menos afectados por la crisis son los mayores de 65 años, ya que no es que haya mejorado su situación sino que la congelación de las pensiones en relación con la rebaja generalizada de salarios o el paro los sitúa en mejor posicionamiento cuando en realidad están, como mucho, igual. En Andalucía hay menos inmigrantes pero con peores condiciones que en el resto del país.
El profesor de la Universidad de Extremadura, coautor del informe junto a Eduardo Esteve y Enrique Lluch, Jesús Pérez Mayo indicó como causa de la agudización de la crisis en Andalucía y España que «cuando la economía iba bien, la desigualdad y la pobreza se mantuvieron»; por lo que el empeoramiento de la economía ha provocado mayores desigualdades.

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