En España se aplican ahora medidas como recortes indiscriminados y férreos controles del gasto público en épocas de crisis, que tanto dañaron a América Latina y que provocan más pobreza y más desigualdad.
El director de la organización no gubernamental Intermón Oxfam, José María Vera, afirmó que ya se vio esto en América Latina, que en la década de los 80 se enfrentó a una crisis de deuda prolongada que provocó la llamada "década perdida".
Recordó que como condición para acceder al crédito, el Fondo Monetario Internacional (FMI) impuso a los países programas de Ajuste Estructural que incluían privatizaciones y liberalización acelerada e indiscriminada del comercio.
Asimismo, desregulación de los mercados financieros y un férreo control del déficit, limitado al tres por ciento.
Vera manifestó que "qué casualidad que la cifra mágica coincida, 30 años después, con la que la troika (el FMI, la Comisión Europea y el Banco Central Europeo) exige a los países europeos golpeados por la crisis".
En un artículo de opinión publicado este miércoles en el diario El País resaltó que las consecuencias en América Latina fueron demoledoras, el número de pobres pasó de 136 a 200 millones de personas y la desigualdad se disparó afianzando a la región como modelo de sociedad dual.
Añadió que no fue hasta finales de los 90 cuando, contradiciendo las medidas impuestas por los organismos internacionales, América Latina comenzó la senda de la recuperación.
Explicó que instituciones más fuertes y presentes en la economía, tímidos avances en política fiscal y en el control de capitales en algunos países, crecimiento de las exportaciones y la inversión en programas sociales focalizados, permitieron sacar de la pobreza a millones de personas.
Asimismo, permitieron iniciar una muy leve mejoría en los indicadores de desigualdad.
Recordó la aplicación de medidas como el Plan Brady para la deuda que supuso quitas sobre la misma, o la aplicación de una tasa a las transacciones financieras en países como Colombia, algo que parece tabú para los defensores del casino financiero global o nacional.
Anotó que los indicadores de pobreza previos a la crisis en América Latina no se recuperaron hasta una media de 20 años después y la desigualdad, sin embargo, sigue suponiendo hoy un lastre al crecimiento económico en la región.
Vera señaló que el informe "Crisis, desigualdad y pobreza", de Intermón Oxfam, compara aquellas crisis con la que se sacude a España en la actualidad.
"Aunque las diferencias son evidentes en cuanto al punto de partida de cada región y sus estructuras económicas e institucionales, sin embargo hay semejanzas asombrosas y preocupantes", abundó.
Puntualizó que lo que se llamó ajuste estructural es hoy austeridad, pero incluye tozudamente las mismas recetas, a pesar de su fracaso reiterado y de su equívoco e interesado diagnóstico.
Aseguró que así ocurre con la nacionalización de deudas privadas a costa de aumentar de forma indiscriminada la deuda pública, al tiempo que se priman los intereses de los acreedores por encima de cualquier consideración.
Asimismo, a diferencia de Islandia, en España ni se corrigen los abusos del sistema financiero, ni se exigen responsabilidades a quienes decapitaron los ahorros y las proyecciones de vida de miles de familias.
"Las consecuencias sociales en España van exactamente en la misma dirección que en la América Latina y Asia de los 80 y 90", sentenció.
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