lunes, 5 de noviembre de 2012

El 30% de los castellano-manchegos está en riesgo de pobreza y exclusión


Un 30,2 por ciento de la población de Castilla-La Mancha está en riesgo de pobreza y exclusión, algo más de seis puntos por encima de la media nacional, según se refleja en el informe ‘Las cifras de pobreza y exclusión social en España de cara a Europa 2020’, elaborado por la Red de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social (EAPN), que el viernes celebra su asamblea anual.
Según este estudio, el 27,5 por ciento de los castellano-manchegos se encuentran bajo el umbral de la pobreza, es decir, son personas que viven en hogares con una renta inferior al 60 por ciento de la renta media.
Un 2,7 por ciento de la población sufre lo que se denomina Privación Material Severa, es decir, no pueden permitirse cuatro de los nueve ítems seleccionados a nivel europeo. Estos son: pagar el alquiler o una letra; mantener la casa adecuadamente caliente; afrontar gastos imprevistos; una comida de carne, pollo o pescado al menos tres veces por semana; pagar unas vacaciones al menos una semana al año; un coche; una lavadora; un televisor en color; un teléfono (fijo o móvil).
Teniendo en cuenta estos indicadores, y algunos otros, el índice de personas en riesgo de pobreza y exclusión social en la región es especialmente alto, superado por Melilla (40,5 por ciento), Extremadura (38,5 por ciento), Ceuta (37,8 por ciento), y Canarias (35,2 por ciento), Andalucía (33 por ciento) y Murcia (32,5 por ciento).
Por el contrario, este índice es menor en Navarra (9,7 por ciento), País Vasco (12,6 por ciento), Aragón (14,2 por ciento), Cantabria (17 por ciento) y Principado de Asturias (18,4 por ciento).
Según los datos de esta organización, la población real en peligro de exclusión en Castilla-La Mancha es de 610.492. De este total, 555.203 personas están bajo el umbral de la pobreza y 54.976 padecen privaciones severas.
La media española se sitúa en un 23,4 por ciento de población en situación de exclusión, aunque las diferencias entre las comunidades autónomas variaba en más de treinta puntos porcentuales entre el valor mínimo y el máximo.

Conclusiones del estudio. Una de las principales conclusiones de este estudio es que muchas comunidades autónomas, si se considera el nivel de su renta, tienen retos para reducir su tasa de pobreza, sino también para reequilibrar su riqueza, como es el caso de Madrid o el País Vasco.
Finalmente, en el informe también se reconoce que existe un riesgo de que en un contexto de crisis económica como el actual, el cumplimiento de los objetivos de reducción de la pobreza de la Estrategia 2020, que está fijado en un 25 por ciento del índice actual, quede supeditado al logro de la estabilización económica.
No obstante, para esta asociación, es precisamente ahora el mejor momento para llevar a cabo medidas decisivas en la lucha contra la pobreza y la exclusión social ya que la crisis amplifica y profundiza la grave situación que padecen algunos ciudadanos. «La desigualdad, la pobreza y la exclusión social deterioran la cohesión social y ponen en cuestión los principios y valores de una sociedad democrática», concluye el estudio.
Según Eurostat, el índice de pobreza y exclusión para Europa en el 2009 era del 23,1 por ciento. España se situaba en la media, con un 23,4 por ciento, lo que dejaba a nuestro país en el puesto número once de la Europa de los 27 con mayor pobreza.

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